Desde el LAAAB impulsamos una COMUNIDAD DE INNOVACIÓN ABIERTA para crear una red en torno al ecosistema de participación de Aragón; todo ello con el objetivo de transformar la dirección de participación en un laboratorio de políticas públicas, que active procesos de cambio y apertura en la institución.
A quien se une a esta Comunidad le hacemos 3 preguntas (nada fáciles, todo hay que decirlo) y que ¡¡os apetecerá leer!!…
Cecilia Güemes
- ¿Qué papel debe tener la participación ciudadana en un contexto de posverdad y crisis de legitimidades?
La participación ciudadana es un espacio para volver a vernos, a escucharnos y a encontrarnos; para reconstruir y generar la confianza social y la confianza institucional que apuntalan y refuerzan la democracia y el desarrollo; para aportar conocimientos y saberes dispersos a proyectos colectivos y resolver con mayor eficacia las necesidades públicas; para controlar y dar seguimiento a las políticas e intervenciones públicas co-responsabilizándonos.
- ¿La participación y la transparencia son un fin o un medio? ¿Hay espacio entre la plena participación directa y la tecnocracia?
Deberían ser un medio para reforzar la anémica legitimidad (apoyo, afecto, respeto) de la que gozan nuestras instituciones y mejorar la eficiencia (capacidad y ajuste de respuesta) y el alcance de nuestras políticas. Sin embargo, la transparencia y participación tienen externalidades positivas que van más allá del incremento de legitimidad y eficacia y pueden generar sociabilidades informales, desarrollar sentidos compartidos, reconstruir el dañado “nosotros”. Por esta razón, las experiencias de participación y transparencia deberían convertirse en fines además de medios de las políticas.
El espacio entre una utópica participación directa que promete curar todos los males y una burocracia encerrada en una jaula de hierro, debe existir. Si no existe, debe inventarse.
- ¿Cómo debe funcionar un laboratorio ciudadano de innovación democrática? ¿Cuáles deberían ser sus principales funciones? ¿Y en el ámbito regional?
El laboratorio ciudadano debería aspirar a ser un espacio de encuentro entre desiguales: gente con conocimientos diferentes, con ideas diferentes, con sentires diferentes, a las que les ha tocado coexistir en un mismo espacio y tiempo. En estos espacios no se deberían anular las diferencias ni invisibilizarse el conflicto sino que se apostaría por el trabajo colectivo y la búsqueda de acuerdos contingentes sobre asuntos de interés público que nos permitieran vivir juntos aceptándonos y enriqueciéndonos, experimentar sin temor o sanción si nos equivocamos, fortalecer el cemento social que nos mantiene unidos y a re-descubrir nuestra interdependencia como individuos.
Cecilia Güemes
@CeciliaGuemes | https://uc3m.academia.edu/CeciliaGuemes
Profesora en la Universidad Carlos III de Madrid, Presidenta de Grupo de Investigación en Gobierno, Administración y Políticas Publicas (GIGAPP). Líneas de trabajo: confianza, instituciones y políticas públicas en Iberoamérica.
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