ESCUELA DE PARTICIPACIÓN:
Actividades y tareas realizadas por el alumnado de la Certificación de Extensión Universitaria en Técnicas de participación ciudadana en el curso 2018/2019.
Esta formación es fruto de la colaboración entre la Dirección General de Participación Ciudadana, Transparencia, Cooperación y Voluntariado del Gobierno de Aragón y la Universidad de Zaragoza.
Breve crónica de la clase impartida el 7/2/2019 por Enrique Cebrián Zazurca, profesor de la Universidad de Zaragoza.
Por Carol Casas Miguel
¿Qué es la democracia participativa? A nivel teórico, la única diferencia con la democracia política presente entre los siglos XVIII y XIX es el reconocimiento del sufragio universal, es decir, un sistema de representación en el que todos los ciudadanos (mayores de edad) tienen derecho a votar, independientemente de su condición. Sin embargo, en los últimos años, a raíz de los diferentes movimientos sociales, el término “democracia participativa” ha tenido un empuje y una reconceptualización importante. En la actualidad, no se concibe una participación política (sea del nivel que sea) sin tener en cuenta la voz de la ciudadanía. O mejor dicho, no se valora del mismo modo.
En los últimos años, a raíz del movimiento del 15M y las Mareas Ciudadanas, en España se ha iniciado una época histórica de cambio y revolución, especialmente social, en la que el empoderamiento ciudadano y la creencia popular del “Sí se puede” han alcanzado cotas elevadas de confianza y reconexión con la actividad política. La ciudadanía activa se ha empezado a creer que con la participación y la movilización es posible modificar la agenda política. Como consecuencia de ello, cada vez es más frecuente que desde la Administración, las agrupaciones políticas, o el mismo Gobierno desarrollen acciones donde se permita a la ciudadanía participar, en este caso de forma organizada y controlada (al contrario de lo que ocurre con las Mareas o las movilizaciones ciudadanas). Algunos ejemplos de participación ciudadana propuesta serian: los presupuestos participativos, las jornadas de participación en la elaboración de Leyes o las primarias a las listas en las candidaturas electorales.
Siendo conscientes de la época histórica en la que nos encontramos, y destacando que la democracia participativa existe desde el reconocimiento del derecho al voto para toda la ciudadanía mayor de edad, es importante analizar el momento actual en el que nos encontramos respecto a lo que denominamos “democracia participativa”, en la actualidad.
Existe una nueva concepción de los Partidos Políticos desde el 15M y las Mareas ciudadanas. Anteriormente, en el imaginario social se entendía que solo la élite de la sociedad podía acceder al Parlamento, y representar así a la ciudadanía. En la actualidad, ha quedado patente que esto no es así. Es posible y además real. En la actualidad, la representación política parece plasmar más la realidad social.
Existe un mayor nivel de comunicación entre políticos y ciudadanía pero sigue siendo necesario que la clase política, al completo, realice este ejercicio de escucha y salgan del Congreso para acercarse a la ciudadanía. Esta es una muy buena estrategia para reducir la distancia que existe entre la ciudadanía y la clase política.
La revolución tecnológica se encuentra al servicio de todos, y es una gran herramienta de participación: Redes Sociales, encuestas, información en tiempo real, opiniones de amplio espectro, etc.
La pregunta obligada seria: ¿Tiene debilidades la democracia participativa? ¿Existe una solución para estas? ¿Sería eficaz esta solución? Es muchas ocasiones aparecen nuevas estrategias o mecanismos de solución para las debilidades pero es importante analizar el coste – beneficio de las mismas en relación con todo lo que supone la “democracia participativa”.
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