Entre mayo y julio de 2021 una veintena de emprendedoras aragonesas formamos parte de la tercera edición de la Academy for Women Entrepreneurs (AWE Spain). Contamos en primera persona qué aprendimos y cómo creamos nuestra comunidad.
Autora: Gloria Bayo #NoGurú Comunicación
En inglés, la palabra awe significa ‘temor’. Ésa es la definición que aparece cuando tecleamos A-W-E en cualquier buscador de Internet, pero ese término está muy lejos de lo que hay detrás de esas mismas letras cuando las entendemos como siglas de Academy for Women Entrepeneurs; esto es, Academia para Mujeres Emprendedoras.
¿Qué es el programa AWE y quiénes forman parte de esta comunidad? A finales de abril de 2021 se abrió en Aragón y Cataluña la convocatoria para participar en la tercera edición de esta Academia, financiada por el Departamento de Estado de EE.UU., que ha ayudado a 7.000 mujeres de 50 países a lanzar sus ideas y modelos de negocio.
En España han pasado por esta experiencia más de 150 emprendedoras de Gran Canaria y Tenerife (2019) y Valencia y Sevilla (2020); este año el programa se ha desarrollado en Zaragoza y Barcelona.
“Se buscan mujeres emprendedoras e innovadoras sociales”
Así presentaron la convocatoria de AWE en Aragón, con 20 becas, a través del Instituto Tecnológico de Aragón (ITAINNOVA) y del Laboratorio de Aragón [Gobierno] Abierto (LAAAB).
A esa llamada respondimos 17 mujeres con sus proyectos, algunos en fase idea y otros ya en desarrollo, dispuestas a formar parte de una comunidad llena de aprendizaje, redes de colaboración y oportunidades.
El 5 de mayo participamos en una primera jornada para conocer al detalle el programa y contar a grandes rasgos en qué consistía cada uno de los proyectos. Todas las emprendedoras tuvimos un par de minutos para explicar qué esperábamos de AWE Spain y qué podíamos aportar a esa comunidad.
Allí nos escucharon Emma Marwood, del Consulado General de EE.UU. en Barcelona; Esther Borao, directora del Instituto Tecnológico de Aragón; a las consejeras del Gobierno de Aragón Maru Díaz (Ciencia y Universidad) y Mariví Broto (Ciudadanía y Derechos Sociales); Raúl Oliván, director general de Gobierno Abierto, y quienes se convirtieron en guías y facilitadoras de cada sesión a partir de esa fecha: Teresa Gaspar, del Instituto Tecnológico de Aragón, y Patricia Tejero, del Impact Hub.
Hechas las presentaciones, llegó el momento de las sesiones, seis en total, repartidas entre las sedes del LAAAB, en la plaza del Pilar, y la de Itainnova, en el campus Río Ebro, con una última parada en Barcelona para clausurar el curso con las compañeras #AWEnergized de Cataluña el 15 de julio.
El planteamiento de cada una de las jornadas, cada dos semanas, consistía en la exposición de los y las ponentes escogidas por el programa, seguido del turno de preguntas y una segunda parte de trabajo por proyectos y equipos.
Además esa parte presencial se combinó con una formación virtual a través de la plataforma DreamBuilder, diseñada por la Universidad del estado de Arizona (ASU) dentro de su escuela de negocios, Thunderbird.
CONOCIMIENTO + CONFIANZA = FUTURO²
El 18 de mayo celebramos la primera de las sesiones #AWE, que empezó con una dinámica de grupo en la que cada emprendedora debía dibujarse a sí misma y describirse brevemente para que el resto de las compañeras adivinase quién era cada una: fue una oportunidad para romper el hielo y empezar a tejer las redes que nos han conectado unas con otras a partir de aquellos garabatos.
Las ponentes de esta jornada fueron Laura Lacarra y Nita Macía; puedes leer el resumen de sus intervenciones en este post del blog del LAAAB.
Laura Lacarra (Telefónica) nos habló de la importancia del big data, los dashboards que miden qué hacemos y para qué sirve cada acción, y lo imprescindible de entender toda esa información para ayudarnos a tomar buenas decisiones para nuestros proyectos. Entre inteligencia artificial, algoritmos y automatización de tareas, averiguamos qué diferencias –y puntos en común– existen entre lo que hace un data sciencist y un data engineer y nos planteamos cómo podrían incorporarse a cada uno de nuestros proyectos de emprendimiento esos perfiles y competencias tech.
Después llegó el momento de escuchar a Nita Macía, que nos detalló su experiencia como consultora, que empezó cuando no se sabía qué hacían los consultores. Nita ha estado trabajado en sostenibilidad y responsabilidad social empresarial (RSE) desde hace años en un contexto en el que todavía no se usaban [tanto] esos términos como en la actualidad.
En la parte final, tras las charlas, compartimos varias ideas sobre cómo entender a nuestros clientes: para comprenderlos, debemos analizarlos al detalle –creando los buyer persona– y plantearnos hipótesis.
De este primer día del programa en la plaza del Pilar nos fuimos con ganas de más y con muchas ideas para pensar sobre las posibilidades del internet de las cosas para cada proyecto emprendedor y un chute de energía y motivación para apuntalar la confianza en nuestras propuestas de valor.
QUIÉNES SOMOS Y A DÓNDE VAMOS
¿Qué es esto que nos traemos entre manos?
¿Estamos plantando la semilla de una gran empresa o de un proyecto de autoempleo?
Con estos interrogantes comenzamos la segunda sesión #AWE, esta vez en la sede de Itainnova, con Paco Rojas.
Saber quiénes somos, qué es nuestro proyecto y las razones que nos han llevado a ponerlo en marcha son los tres pilares que conformarán no sólo nuestra marca; también le dan profundidad y contexto a nuestra propuesta de valor.
Paco Rojas, responsable de Personas y Desarrollo corporativo en Itainnova, nos llevó a través de esas preguntas y nos ayudó a empezar a plantearnos las respuestas… En la dinámica de grupo ejercimos de consultoras unas de otras: entendimos cómo se veían varios proyectos desde fuera y cómo podían alinearse mejor lo que decían de ellos sus impulsoras y lo que veíamos desde fuera quienes los analizábamos.
Algunas compañeras decidieron pivotar parte de su proyecto y otras afianzaron sus propuestas: cada sesión nos trajo aprendizajes distintos, siempre útiles, y de ésta podemos destacar conceptos como el design thinking, los tipos de emprendimiento y de empresas (de ratones a elefantes, pasando por gacelas y hasta unicornios) y los arquetipos de marca.
También lo contaron en el blog del LAAB: léelo aquí.
LA CHISPA ADECUADA
Mar o montaña. Azul o rosa. Ciencias o letras. Analógico o digital.
En la vida, como en el emprendimiento, nos encontramos con muchas encrucijadas, pero ninguna decisión queda grabada en piedra: podemos pivotar, fracasar, cambiar de idea, seguir, parar, volver a intentarlo, y abrir y cerrar puertas y ventanas. Con ese poso nos quedamos después de escuchar a las dos ponentes que nos visitaron en el ecuador del programa AWE.
María López, socia fundadora de Bitbrain Technologies, y Esther Borao, emprendedora y directora de Itainnova, compartieron con nosotras sus experiencias al frente de sus proyectos emprendedores y hablaron de techos de cristal y hormigón, suelos pegajosos, aciertos y fracasos y cómo adaptarse para seguir creciendo. Las dos charlas acabaron convergiendo en un intercambio sobre liderazgo en femenino y cómo crear oportunidades para crecer en el medio y largo plazo.
En el blog del LAAB contaron así cómo fue esta sesión, el pasado 16 de junio: aquí puedes recuperar el artículo.
En la parte práctica nos dedicamos a navegar por el lienzo de modelo de negocio que ideó el suizo Alex Osterwalder: a este entregable podemos llamarlo business model canvas o simplemente canvas y es una herramienta que nos permite ordenar todos los elementos de nuestra actividad empresarial de un modo visual y ver cómo se integran de un solo vistazo.
A estas alturas del programa términos como propuesta de valor, segmento de clientes o prototipo ya estaban plenamente incorporadas al vocabulario habitual de las emprendedoras #AWE: ¿qué otras experiencias nos depararía el programa?
UN GRAN VIAJE
De vuelta a la sede de Itainnova, conocimos la historia en primera persona de dos emprendedoras natas: Teresa Crivillé, propietaria de Bodegas Crial, en el Matarraña turolense, y la consultora tecnológica Cristina Aranda. Con dos estilos diferentes, pero en último término perfectamente complementarios, Teresa y Cristina nos hicieron viajar por su día a día liderando proyectos.
En el caso de Crivillé, repasamos su experiencia al frente de una empresa familiar en crecimiento y en un entorno empresarial complejo y de corte tradicional, el de las bodegas de vino: con tres décadas de experiencia a sus espaldas, nos habló sobre cómo se esforzó en romper con todo tipo de obstáculos y brechas y de cómo ve el futuro del emprendimiento en femenino.
Por su parte, Aranda nos habló de arrojo, de capacidad de adaptación y, sobre todo, de pasión y de posibilidades. Nos convenció de que usar cada átomo de nuestro ser para darle impulso a los proyectos es clave para verlos crecer ¡y triunfar! También recalcó la importancia del networking cuando y donde menos lo esperas y nos animó a pivotar sin miedo.
Tras las ponencias llegó el momento de seguir trabajando ejercicios relacionados con el modelo de negocio y empezar a esbozar cómo comunicar nuestras propuestas de valor: en la última sesión antes de la clausura tendríamos la oportunidad de poner nuestro elevator pitch a prueba.
Compartimos en este enlace el repaso de la sesión que puedes leer en el blog del LAAAB.
EMPRENDIENDO Y CONTÁNDOLO
“Si a la gente le gustas, te escucharán, pero si confían en ti harán negocios contigo”. Esta frase del divulgador norteamericano ‘Zig’ Ziglar ilustra lo poderoso que es un buen discurso; no sólo se trata de transmitir pasión por lo que hacemos, también hay que generar un vínculo con quien nos escucha para transformarlo en cliente, inversor o socio.
La sesión tuvo como invitada a Rosa Castizo, coordinadora del Observatorio Iberoamericano de Cambio Climático y Desarrollo Sostenible de La Rábida y parte de varios ecosistemas de emprendimiento e innovación social.
En una intervención que tuvo que ser virtual por causas de fuerza mayor –nos atendió por videollamada desde una carretera en plena provincia de Soria por un problema con su vehículo– hablamos con Rosa de cooperación, de sostenibilidad y de redes de colaboración, no como cuestiones de futuro, sino del presente inmediato. Una de las enseñanzas imprescindibles que nos deja la pandemia de covid19 ha sido ésa; el mejor momento para lanzar una idea es ahora.
Después de la parte teórica, llegó el momento de comprobar cómo habíamos trabajado cada una de nosotras los elevator pitch que cuentan lo más destacado de cada proyecto. Fuimos escenificándolos y recogiendo feedback de nuestras compañeras y de las facilitadoras y así, cargadas de ideas y críticas constructivas, echamos el cierre de las sesiones de trabajo del programa AWE en Zaragoza; la última parada sería el 15 de julio en Barcelona.
Puedes revisar más detalles de la sesión sobre planificación estratégica, el 6 de julio, en este otro post del blog del LAAAB.
¡BOLA EXTRA!
Antes de llegar a la clausura en la Ciudad Condal, el universo que crea el programa AWE nos permitió participar en la doble jornada #POWERparaEMPRENDEDORAS, una sesión organizada por la Embajada de EE.UU. en Madrid con ponencias sobre email marketing y ecommerce, con experiencias en primera persona de los usos de Google, Amazon y Facebook, entre otros, para proyectos emprendedores.
El encuentro, en formato virtual, nos permitió conectarnos con compañeras de otras promociones del programa AWE y extender más allá de Zaragoza esas redes de colaboración y de oportunidades que surgen dentro de su ecosistema.
En estos dos hilos de Twitter puedes encontrar un resumen con lo más destacado de cada una de las sesiones:
FOTOS, DIPLOMAS Y FUERTES LAZOS
El 15 de julio, a primerísima hora, la delegación aragonesa de AWE estaba a punto de subirse a un tren para empezar a despedirse de una experiencia intensa, de lo local a lo global, llena de enseñanzas y de aprendizajes compartidos. Nos esperaban en Barcelona y una treintena de compañeras catalanas que también habían experimentado el paso por esta comunidad.
El acto de entrega de diplomas, programado en la sede de Foment del Treball, incluyó también varias intervenciones de organizadores y facilitadores de la tercera edición de la Academy for Women Entrepreneurs en Aragón y Cataluña.
La clausura comenzó con las palabras de Emma Marwood, cónsul general en funciones del Consulado General de Estados Unidos en Barcelona; la directora de Innovación y Emprendimiento de Foment del Treball, María Mora; Esther Borao, directora de Itainnova, que intervino en dos ocasiones a lo largo de la mañana; Miquel Martí, CEO de Tech Barcelona; Ernest Quingles, vicepresidente de Epson Europe y CEO de Epson Francia, España y Portugal, además de vicepresidente de Foment del Treball. También subieron al atril nuestras dos facilitadoras: Patricia Tejero, del Impact Hub, y Teresa Gaspar, del equipo de proyectos de Itainnova.
Seis proyectos catalanes y tres aragoneses recibieron, además de sus diplomas, un reconocimiento de la organización que puso el broche final a un acto lleno de llamadas al empoderamiento y de apuestas por el talento. Después llegaron las fotos de familia, los grupos de Whatsapp efervescentes y las primeras colaboraciones entre proyectos.
En este hilo de Twitter retransmitimos lo más destacado de la clausura, ¡échale un vistazo aquí! También puedes leer el resumen en el blog del LAAAB en este enlace.
El programa AWE no terminó ese jueves de julio en Barcelona. Para muchas estas semanas de colaboración y de aprendizaje forman parte de una primera etapa de despegue para desarrollar al 100% una idea de negocio y transformarla en un proyecto emprendedor sólido que impacte dentro y fuera de Aragón.
AHORA ES CUÁNDO
De cada 10 personas que emprenden en España, cuatro son mujeres, según un estudio que recopila datos sobre emprendimiento pre-pandemia. Analizar la puesta en marcha de proyectos por cuenta propia desde una perspectiva que tenga en cuenta el género nos ayuda a entender mejor cómo se construye el liderazgo femenino y de qué manera transforman e impactan en la sociedad las empresas que tienen detrás mujeres emprendedoras.
Una emprendedora que crece, ya sea en el ámbito urbano y especialmente si ejerce en el medio rural, crea oportunidades, dinamiza el tejido productivo de su entorno, contribuye al crecimiento sostenido de la sociedad aragonesa y alumbra, en definitiva, no sólo un proyecto empresarial; también uno de vida.
Espacios de aprendizaje en común como el que nos ha acercado el programa AWE a 17 emprendedoras aragonesas son el mejor incentivo para seguir luchando por sacar adelante un modelo de negocio sostenible y capaz de adaptarse después de uno o de decenas de pivotajes.
¿Preparadas para la siguiente edición?…
Mostrar comentarios (0)