Decía Santiago Ramón y Cajal que las ideas no duran mucho: hay que hacer algo con ellas. En la sexta sesión de la Social Impact Academy quisimos añadirle un corolario a esa sentencia, siglo y medio después: “Las ideas no valen nada; lo importante es materializarlas, la ejecución y la fortaleza de llevarlas adelante”.
Fueron las palabras de Pedro Lozano, cofundador de Imascono, en su paso por el LAAAB. Nos aseguró que “lo que es Imascono y hasta dónde hemos llegado empezó en una locura, un tirar para delante con una idea sin ser conscientes de dónde nos podía llevar”. De su mano nos adentramos en la fase #idea y trabajamos el vector FAST, que se apoya en las metodologías ágiles y la productividad en las organizaciones llevada a su máxima expresión.
Sin bonhomía no hay impacto social
Lozano quiso compartir con los participantes de la SIA su experiencia en diseño y tecnología y explicar cómo están cambiando el mundo a través del metaverso y de la realidad extendida. Su arma secreta es lo que denominan “imaginación aplicada”: constituye su razón de ser como proyecto y el motor de su día a día; todo lo que hacen es “siempre desde los valores”, apuntaba Pedro.
“Ha sido el primer mensaje que creía que era importante compartir con los alumnos”, decía, haciendo hincapié en “la ética, los valores humanos y el ser buenas personas en el mundo y también en el aspecto profesional”.
“Ante todo somos personas”, remarcaba Pedro ante los atentos chicos de la SIA: “Muchas veces nos focalizamos excesivamente en la parte profesional y antes de todo hay que poner a las personas y a los valores, vosotros sois el mejor ejemplo de esa visión de impacto social desde el comienzo”.
Una de las tónicas que se repite en cada sesión de la Social Impact Academy es el aluvión de preguntas y de reflexiones que surgen tras escuchar a cada inspirador; la intervención de Pedro Lozano no fue la excepción y respondió todas las dudas que le plantearon sobre su experiencia emprendedora y sobre la propuesta de valor de Imascono.
“Me quedo con esa inquietud, ese interés y esa pasión que han mostrado con tantas preguntas y que al final, es lo que llena: verte reflejado en esa etapa, cuando estaba en ese lado, que era fascinante y con la inquietud por aprender, que hoy también me acompaña”, aseguraba Lozano al concluir su paso por la SIA.
Formato, metodología, ideas, cronograma
Todos los proyectos que participan en la SIA llevan semanas trabajando para definir cuál es la mejor manera para definir sus objetivos, y una primera meta volante la tienen el día 11 de mayo, en la última sesión del programa, en la que tendrán que contar y presentar sus propuestas.
¿En qué formato lo harán? ¿Cuál va a ser el entregable después de tres meses de aprendizaje?
En estas semanas han asentado su propia metodología, su forma de hacer, conforme a la que han estructurado su actividad, lo que da sentido a su proyecto. En esta sexta sesión cada participante dejó perfilado un plan de acción para hacer, superadas ya las fases más embrionarias.
En este punto, cada acción que detallemos en nuestro cronograma debe ser clara y definida, estar siempre ligada a los objetivos, ajustada a nuestros destinatarios y/o usuarios y acompañada de una relación de los recursos que necesitamos para que se haga realidad.
Superado el ecuador de esta tercera edición de la Social Impact Academy, ¿qué pivotajes, qué sorpresas, qué sinergias quedan por delante hasta la sesión final? Hay tiempo y espacio para más intercambios, más oportunidades, más innovación… La respuesta a todas estas preguntas la tendremos en la última jornada de la SIA, ¡ya hay nervios!
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