Entrevista a Mary Carmen Bozal Jurado
Se considera madre, comunicadora, actriz, feminista… resumiendo, titiritera. Es una enamorada de su tierra y estudiante orgullosa de aragonés. Se siente republicana y misionera cultural; bebe del espíritu de María Moliner. Es una lectora voraz, pegada al móvil y a las redes sociales. Vive apasionada por la comunicación y la política.
Cuéntame Mary Carmen, ¿dónde naciste?
Nací en Zaragoza.
¿Y de dónde te sientes?
Me siento aragonesa por encima de todo. Yo tengo el corazón en Huesca y el alma a los pies del Pirineo. Me considero una gran amante de la cultura de esta tierra.
¿Dónde creciste? ¿Y cómo lo recuerdas?
Crecí en Zaragoza y recuerdo mi infancia como una época súper feliz. Para mí vivir con mis padres y con mi hermana, y crecer con mis abuelos ha sido uno de los mejores regalos que me ha dado la vida. Algunos de mis mejores recuerdos de infancia son de los veranos en Villanúa. Y creo que mis abuelos marcaron muy positivamente mi vida.
¿A qué colegio fuiste? ¿Recuerdas con especial cariño a alguien del profesorado?
Fui a un colegio religioso, en el que pasé 14 años, hubo de todo, gente genial y momentos de acoso escolar por ser gorda. Mi hermana que tuvo alguna dificultad, lejos de ser ayudada fue invitada a marcharse.
El hecho de que yo no esté contenta con la institución, por el caso de mi hermana o el acoso sufrido, no quita que tuviera maestros maravillosos, como Jesús Mediavilla o Lola Lardiés, él fue mi profesor de arte y de historia, quién me enseñó a amar Italia y todo su arte. Y ella me enseñó biología y consiguió que tuviera interés siendo de letras puras. Son personas increíbles que a día de hoy aún forman parte de mi vida.
¿Qué hacías cuando no estabas en el colegio?
Me gustaba mucho pasar tiempo con mi familia. Salíamos con mis padres, íbamos al cine… Me ha gustado siempre muchísimo leer. Pasaba horas y horas metida dentro de libros, porque era como vivir mil vidas en unas horas. Desde muy pequeña, tampoco he entendido la vida sin música. Soy muy fan de La Ronda de Boltaña y Elvis Presley.
Jugué durante años al tenis, me ha encantado practicar boxeo y fui socia de la SD. Huesca. Nunca he sido muy buena en los deportes porque he sido gorda toda la vida y parecía que entonces no podías hacer bien según qué cosas.
¿Qué estudiaste y por qué te decidiste por esa formación?
Estudié comunicación y, de hecho, comencé a trabajar muy pronto. Elegí esta formación porque en realidad, creo que no sé hacer otra cosa. Yo tenía 2 años y le decía a mi madre que quería ser “telediaria”. Yo he tenido siempre muy claro que mi vocación estaba en el mundo de la comunicación.
Me apasiona mi trabajo, y tras muchos años de no atreverme a decirlo, creo que se me da muy bien trabajar en comunicación.
También hice interpretación, improvisación y voz en el Teatro de la Estación y hasta hace poco no lo había considerado profesión.
Cuéntanos la que consideras más importante en tu vida personal
Me casé muy joven con un hombre maravilloso con el que crecí mucho como persona. Es el padre de mi hija y aún hoy, tenemos afinidades importantes. Yo siempre digo que mi hija ha salido bien porque la ha criado su padre.
Nos divorciamos y al cabo de un tiempo, conocí a mi actual pareja, que es ingeniero informático en la universidad y gaitero. Con él también comparto muchas cosas. Somos dos personas con una vida social muy intensa y formamos una pareja muy vital y activa.
También ha habido otros que me ayudaron a despegar cuando pensaba que no podía volar.
Me siento muy afortunada con los hombres que han pasado por mi vida.
Tengo una hija adolescente, que va camino de ser una gran activista. Estoy muy orgullosa de ella. Al final será lo que ella quiera ser, pero estoy segura de que va a ser una persona empática, tolerante, y sobre todo curiosa.
Cuéntanos lo que consideres más interesante sobre tu vida laboral
Llevo más de 20 años trabajando en comunicación, con algún pequeño parón por circunstancias personales. He tenido trabajos muy dispares, en varias empresas aragonesas. Siempre he estado muy ligada a este sector, porque ya de adolescente ayudaba a mi padre, que se dedicaba al marketing.
Hace dos años, le di un giro radical a mi vida, al darme cuenta de que no estaba contenta con el progreso de mis objetivos vitales. Sentía que mi trabajo, a pesar de ser muy eficaz para mis clientes, no dejaba un poso en la sociedad. Entonces descubrí el LAAAB, y aquí comencé a formarme y a conocer a personas interesantes. Encontré un espacio seguro de mujeres entre las que, por fin, me sentía libre para aportar a la comunidad; y esta experiencia se convirtió en un reflejo de lo que quería hacer con mi vida. Decidí incorporar a mis actividades la perspectiva de género, como punto de partida para mis nuevos proyectos.
¿Y cuáles son tus aficiones, a qué dedicas tu tiempo libre?
Me apasiona ir de ronda. Me encanta ir con la Ronda de Boltaña, a bailar y a cantar. Pasear por el pirineo no sé si es afición o necesidad, pero también me encanta.
¿Cómo te sientes contigo misma? ¿Eres feliz?
Actualmente me siento muy empoderada. Reconozco que en los últimos años he cambiado muchísimo; he necesitado recurrir a terapia, para superar algunas trampas y complejos que la sociedad me había impuesto, pero, afortunadamente, ahora me siento muy feliz con mi vida. He llegado a la conclusión de que el cuerpo y la mente que uno tiene es con el que tiene que vivir, y mientras funcione bien y te respetes a ti misma, lo demás no importa.
Soy muy afortunada porque cuento con el respaldo de mi pareja a todos los niveles, y ese apoyo me ayuda a seguir mis sueños.
Echando la vista atrás, ¿qué le dirías sobre la vida a la niña que fuiste?
Le diría cosas distintas, dependiendo de la edad. A la de 14 años, le diría que no tuviera prisa. A la de 18, sin embargo; ¿ves cómo ha llegado? No hacía falta correr. También le haría esta reflexión: “Mira Mary Carmen, no tienes nada malo en el cuerpo. Todo está bien. Puedes tener una vida normal y hacer lo que quieras; tienes todo el derecho del mundo a vivir sin miedo”.
A día de hoy, ¿estás donde querías estar?
Sí, sí. Y hace 5 o 6 años, mi respuesta habría sido diferente. En esa época comencé a replantearme mi vida a todos los niveles, y poco a poco he ido evolucionando hacia la persona que soy hoy. Me ha costado encontrar mi sitio, pero ahora soy muy feliz de encontrarme en él.
Y, de todo lo que has hecho en tu vida, ¿de qué te sientes más orgullosa?
Sin ninguna duda, de mi hija; de haber sido capaz de sobrevivir a la maternidad, de haber podido sacarla adelante y de que ella pueda demostrarle al mundo quien es, de tirar hacia adelante con sus 14 añitos, me parece que es para sentirme muy orgullosa. Creo que, independientemente de la profesión que elija, va a ser una buena persona, empática y respetuosa.
Mary Carmen, ¿cómo te ves en el futuro?
Yo, en el futuro, me veo siguiendo en la lucha. Me veo continuando con mi cruzada contra la gordofobia, para seguir construyendo espacios seguros para las nuevas generaciones. Me veo con gayata y con las pinturas de guerra en la cara, luchando por los derechos de todas las personas.
¿Cómo te gustaría ser recordada?
Me gustaría ser recordada como una persona a la que poder acudir, que sirva de apoyo y refugio para las personas que lo necesiten. Una constructora de espacios seguros.
Para terminar esta entrevista, me gustaría conocer tu opinión personal sobre la situación actual de la igualdad entre mujeres y hombres.
Creo que la igualdad y la perspectiva de género están en peligro. Me parece que no somos conscientes de todas las cosas que el feminismo nos aporta a todos, no solo a las mujeres. En mi opinión, en la sociedad actual, estos términos están en parte prostituidos por los medios. Cuando hablas de igualdad de género con una persona de ideología conservadora, automáticamente le vienen a la cabeza las representaciones más festivas y desenfrenadas, que se ven en los medios. Pero cuando te sientas con esas personas y les explicas que la igualdad de género consiste también, en que su nieta tenga las mismas oportunidades que su nieto, y que los dos puedan así ser más felices, su perspectiva comienza a cambiar.
Pero, ahora mismo, existe una crispación social muy polarizada; y están avanzando algunas ideas que considero peligrosas para los derechos más elementales de las personas. Y por ello, creo que, en este momento, debemos continuar la lucha, con más empeño si cabe. Nos tendrán enfrente sin miedo y con fuerza.
El proyecto Mujeres Aspasia se ha realizado gracias a las entrevistas realizadas por Sergio Aparicio Pérez, como parte de las prácticas realizadas en el LAAAB dentro del C.P. 3 de Promoción de la Igualdad Efectiva de mujeres y hombres gestionado por CEOE Aragón.
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