Desde el LAAAB impulsamos una COMUNIDAD DE INNOVACIÓN ABIERTA para crear una red en torno al ecosistema de participación de Aragón; todo ello con el objetivo de transformar la dirección de participación en un laboratorio de políticas públicas, que active procesos de cambio y apertura en la institución.
A quien se une a esta Comunidad le hacemos 3 preguntas (nada fáciles, todo hay que decirlo) y que ¡¡os apetecerá leer!!…
Ricardo Antón Troyas
- ¿Qué papel debe tener la participación ciudadana en un contexto de posverdad y crisis de legitimidades?
La participación puede actuar como disolvente, como mecanismo para cortocircuitar o desactivar la posverdad y sus efectos perversos. Para eso la participación debe ser genuina. Ni moda, ni truco, ni fórmula instrumental. Regeneración de la confianza desde el reconocimiento y la reciprocidad. Gestión colectiva de intereses, conflictos y posibilidades. Conversación. Intercambio, puesta en común. Ser comunidad.
- ¿La participación y la transparencia son un fin o un medio? ¿Hay espacio entre la plena participación directa y la tecnocracia?
Son como el software libre frente al software privativo, una forma de abrir el sistema operativo. Cómos que transforman los qués, formas de hacer que cambian la realidad desde los cambios de protocolos y comportamientos, Ir modificando los sistemas, los códigos, las rutinas, los dispositivos, es el reto. El transito entre paradigmas, la combinación y el gradiente de posibilidades, ir haciendo juntas ese camino, desde dentro y fuera de la administración, maximizando lo público para potenciar lo común.
- ¿Cómo debe funcionar un laboratorio ciudadano de innovación democrática? ¿Cuáles deberían ser sus principales funciones? ¿Y en el ámbito regional?
Un laboratorio de innovación democrática debe poner en tensión, ampliar, forzar, cuestionar, diversificar, testear formas múltiples y diversas de entender, practicar y llevar a sus máximas posibilidades y consecuencias la democracia. Debe reunir las condiciones propicias para una experimentación en distintos ámbitos y niveles, implicando a todo tipo de agentes, asumiendo tantos riesgos como compromisos. También es necesario ir más allá del laboratorio como espacio aséptico-controlado, salir a la calle dando protagonismo, implicando de forma corresponsable a la ciudadanía. A nivel regional, debe atender las periferias, potenciar las conexiones, propiciar las relaciones distribuidas; y para ello, es preciso asignar recursos suficientes, generar dispositivos móviles y replicables pero fácilmente apropiables y contextualizables.
Ricardo Antón Troyas
@Ricardo_AMASTE / @ColaBoraBora
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