PATRICIA GOSÁLVEZ ha participado en el panel ‘visualización pública’ del Foro de Transparencia e Innovación Democrática celebrado en Zaragoza el 25, 26 y 27 de abril de 2018.
No soy una experta en datos, así que ante mi invitación al Foro de Transparencia e Innovación Democrática organizado por el Gobierno de Aragón ejercí de periodista y pregunté en la redacción de EL PAÍS a infografistas, grafistas de vídeo, periodistas de datos y expertos en transparencia qué le pedirían a una institución cuando se enfrentan a un tema. La respuesta más repetida me sorprendió: “Que manden el Excel”. La repito no sin cierto pudor, sin embargo, todos mis compañeros me aseguraron que los pdfs siguen siendo su gran enemigo a la hora de trabajar con datos institucionales.
Los periodistas necesitan material bruto y reutilizable. Por ello, tampoco son amigos de las visualizaciones públicas. Les da más o menos igual que las instituciones ofrezcan visualizaciones eficaces o estéticas, mientras las acompañen de las bases de datos en las que se basan. Las visualizaciones públicas de datos pueden ser de utilidad para el ciudadano, pero el periodista siempre va a querer tener acceso directo a la materia prima. Buscamos datos no diseñados, ni masticados, que se puedan interpretar y con los que fabricar nuestras propias visualizaciones. Es decir, los periodistas quieren contar la historia que ellos consideren que los datos relatan, diseñada de acuerdo a la estética de su propio medio. Para ello necesitan datos simples pero no simplificados, ordenados pero no agregados. Accesibles, abiertos, limpios, estandarizados. Y en Excel.
Algunos compañeros comentaron también que en ocasiones echan en falta que en los gabinetes de prensa haya alguien que sepa manejar las tripas de las bases de datos para evitar retrasos y malentendidos. Entienden que el funcionario que gestiona la base tiene sus propias prioridades que atender, sin embargo las peticiones periodísticas suelen depender una “percha” de actualidad que si pasa, pasó.
En cuanto a la estandarización: siempre resulta mucho más fácil hacer temas a nivel local o regional que a nivel nacional, ya que la falta de homogeneidad de parámetros entre las bases de comunidades autónomas y provincias es el gran escollo para uniformizar los datos a nivel nacional. Se avanzaría mucho si las comunidades pusiesen en común unos estándares.
Además de traspasar estas ideas recogidas entre la redacción, el foro fue una ocasión para presentar el proyecto El País__LAB a los presentes.
El País__LAB nació hace apenas un par de meses como un espacio de innovación narrativa dentro de la redacción. Su objetivo es generar historias que exploten los nuevos formatos y tecnologías disponibles. En estas pocas semanas hemos estado trabajando en varios proyectos de vídeo en 360, podcast y visuales interactivos. La idea es no que no basta con adornar con gráficos interactivos o vídeos inmersivos un tema realizado igual que habríamos hecho años. Sin embargo, a pesar de la innovación, al final siempre hay que responder a una pregunta vieja: ¿cuál es la mejor manera de contar esta historia?
El LAB es solo una pequeña parte de un largo proceso de transformación digital del diario, que responde a una realidad: los periódicos ya no son solo ni sobretodo en papel. La mayoría de nuestros lectores nos leen en el móvil, que un tema funcione/ se vea bien en el Smartphone es fundamental.
Esta transformación también ha cambiado la rutina en las redacciones. Resulta prioritario trabajar las historias desde su origen en equipos multidisciplinares; periodistas, diseñadores, desarrolladores, infografistas, especialistas en redes o realizadores y grafistas de vídeo han de pergeñar juntos los temas desde el principio. Como comentaba, el LAB no ha acometido aún ningún tema puramente de datos o transparencia, pero sí hemos probado un par de visualizaciones que tenían en común ofrecer un extra a la gráfica, un algo más de emoción.
El pasado Día de la mujer publicamos el especial ¿Quién es quién?: Versión 8M. Sabíamos que muchos medios ofrecerían gráficos sobre la brecha de género en las esferas de poder. Para diferenciarnos, pensamos un relato gráfico que aportase un poco de humor al absurdo de la brecha. Inspirado en el juego de mesa, el interactivo recorre varias instituciones en las que la ausencia femenina es aún más sangrante porque entre los altos cargos hay por ejemplo más hombres con barba que mujeres (de los 50 rectores de universidades públicas, 10 tienen vello facial, mientras que solo 5 son mujeres). Entre los presidentes de Federaciones Olímpicas hay más señores que se llaman Jose que féminas (35 presidentes, 33 son hombres, de los cuales 4 se llaman Jose, el doble de las mujeres que ocupan un cargo).
En el Resumen del año 2017 usamos otro ejemplo de visualización narrativa para contar el tema catalán. A finales de año, todos estábamos saturados de noticias, análisis, resúmenes y especiales sobre el asunto. ¿Qué podíamos aportar? Buscando un relato distinto, clasificamos las 2.500 alertas del año por temas (las alertas son las notificaciones urgentes que EL PAÍS envía al móvil de los lectores, entre 4 y 12 al día) y creamos un gráfico que representaba, mes a mes, los asuntos más relevantes del año. El resultado buscado era una gráfica clara, sencilla e informativa (se pueden leer todas las alertas) que resumiese el año pero que al mismo tiempo contase su propia historia de un solo golpe visual: cómo el tema catalán se fue colando en la actualidad informativa poco a poco hasta inundarlo prácticamente todo.
Con este tipo de temas, más narrativos o emocionales, surge siempre un debate: lo vistoso vs. lo eficaz. El “espectáculo” gráfico nunca debe restar eficacia, ni por supuesto, veracidad, los dos elementos clave de cualquier visualización, y de hecho, de cualquier información. Ello no quita que un gráfico no tenga derecho a no ser aburrido. Es un debate abierto y subjetivo, al que arrojo varios ejemplos por el bien de la discusión. Por un lado, un par de gráficos espectaculares: aquí la gráfica de Nasdaq convertida en una montaña rusa por The Wall Street Journal y aquí las hipnóticas visualizaciones del NYT sobre la movilidad social de los niños negros en EE UU. Por otro, un par de estupendos ejemplos de sencillez, como la web de transparencia sobre la brecha de género del Gobierno británico, aquí, (fíjense cómo el acceso a los datos brutos está claramente disponible en el primer pantallazo) o esta magnífica gráfica narrativa sobre el cambio climático de Bloomberg. Y para terminar, la divertida visión sobre este debate del infografista Xaquín G.V. que creo da en el clavo.
Patricia Gosálvez (Coordinadora El País__LAB)
Mostrar comentarios (0)