ESCUELA DE PARTICIPACIÓN:
Actividades y tareas realizadas por el alumnado del curso de la Universidad de Zaragoza, coorganizado con el Gobierno de Aragón: Certificación de Extensión Universitaria en Técnicas de participación ciudadana.
Breve crónica de la clase impartida el 03/05/2018 por Ricardo Amasté (ColaBoraBora):
Por Nieves Arilla
Esta ha sido una de las últimas sesiones del curso y para mí, sin duda, una de las más entretenidas
e interesantes, debido en parte a la personalidad de Ricardo y también, por supuesto, al contendido.
Ricardo nos habló, sobre todo, de su pasión por construir en comunidad; Desde ColaBoraBora,
cooperativa de iniciativa social, se dedican a diseñar y facilitar entornos y procesos de innovación
y colaboración centrados en las personas. Su método es en realidad, bien sencillo: escuchar, conversar
y proyectar. Crear el ambiente propicio para que las personas piensen y hablen sobre contenidos
y de esta manera sentar las bases para trabajar juntxs. Se trata de cultivar una inteligencia
colectiva, poniendo en valor lo que cada persona sabe hacer mejor. Y todo esto a través de unos
procesos, una metodología más creativa: como él mismo dijo: “menos posit y más juegos”.
De todo lo que nos contó Ricardo, me quedo con dos ideas: la primera es estar especialmente
atentxs cuando pensemos cómo hacer las cosas de manera compartida, en comunidad, porque
tenemos una tendencia, una cierta inercia hacia el individualismo, que es a veces difícil de evitar.
Y la segunda es la importancia de la copia: Cuando nos fijamos en procesos que ya se han puesto
en marcha y están funcionando, ¿por qué no copiarlos?. Y a la vez, que otrxs puedan usar lo que
a ti te está funcionando; se trata de retroalimentarnos para avanzar juntxs.
Por último Ricardo hizo especial hincapié en el concepto del procomún. En la página web de Colaboradora he encontrado las palabras que transcribo a continuación y que me parece que describen
bastante bien no solo esta idea del procomún sino lo que buscamos todxs aquellxs que nos
acercamos al tema de la participación ciudadana:
“el procomún nace de la interacción entre los miembros de una comunidad (comunidades distribuidas
y/o de extrañ*s hasta ese momento) reunidas alrededor de un tema o de un problema. El
procomún es un estado de emergencia (por imprevisible y por urgente), surge del empoderamiento
de l*s “afectad*s” que reclaman derechos amenazados o destruidos. No hay procomún sin comunidad,
y viceversa. Por tanto, el objetivo principal es hacer visibles comunidades emergentes
de personas afectadas -darles el tiempo, darles la experiencia, darles la tecnología, darles los
medios, darles la palabra-, con la voluntad de construir entre tod*s un mundo más justo, un mundo
común.”
Vivimos una época de cambios, como Ricardo recalcó ya al final de la clase. Es un momento confuso,
de búsqueda. Ya no nos sirven los modelos que la sociedad ha utilizado hasta ahora, necesitamos
nuevas maneras de hacer y construir, y la utopia, que sin duda yo también comparto, es la
de hacerlo en comunidad.
Y gracias, Ricardo, por utilizar el femenino todo el tiempo, o casi todo, en tu discurso. Por generar
debate, por hacer sentir incomodxs a algunxs, pero sobre todo porque a mí me hiciste sentir muy
bien. Así que voy a tomarme la licencia de terminar con otra cita:
“Y como hablantes, que exploremos la lengua, probemos distintas posibilidades, nos inventemos
las que nos parezcan oportunas y que consideremos el lenguaje una herramienta que se adapta a
los cambios sociales, y no nos creamos que es un corsé que nos dificulta pensar las complejidades
en las que andamos metidas.”
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