Desde el LAAAB impulsamos una COMUNIDAD DE INNOVACIÓN ABIERTA para crear una red en torno al ecosistema de participación desde diversas perspectivas, perfiles y territorios (local, autonómico, nacional e internacional).
A quien se une a esta Comunidad le hacemos 3 preguntas (nada fáciles, todo hay que decirlo) y que ¡¡os apetecerá leer!!…
Rafael Camacho Muñoz
- ¿Qué papel debe tener la participación ciudadana en un contexto de posverdad y crisis de legitimidades?
Por una parte, el de servir de palanca para recuperar parte de la confianza perdida en las estructuras políticas y administrativas, devolviendo ciertas cuotas de legitimidad a la gestión pública, y que ésta se vea reforzada por el respaldo de actores que no forman parte de dichas estructuras. En este sentido, hay que dejar claro que la participación no recuperará toda la confianza que se ha ido diluyendo durante décadas, para lo cual mucho han de poner de su parte aún las clases dirigentes, promoviendo y cumpliendo otro tipo de medidas encaminadas a la restitución de la confianza y en las que no se necesita de la ciudadanía para ejecutarlas, como por ejemplo mecanismos de integridad. La participación por sí misma tampoco recubrirá de legitimidad absoluta a los gestores, y menos aún si se advierte que puede tratarse de medidas puntuales o cosméticas, que no forman parte de una estrategia concebida para ser perdurables en el tiempo y con la vocación de conseguir imbricarse realmente en el diseño y evaluación de las polítifas públicas.
Por otra parte, la participación es una herramienta magnífica para recoger buenas ideas, nuevas perspectivas, diferentes modos de hacer, para, en definitiva, hacer uso de la inteligencia colectiva, así como un mecanismo de gran valor para acercar las instituciones a la ciudadanía, permitiendo la implicación de ésta en los asuntos públicos.
- ¿La participación y la transparencia son un fin o un medio? ¿Hay espacio entre la plena participación directa y la tecnocracia?
Un medio para saber mejor cómo se gestiona, cómo se producen los procesos de toma de decisiones y para aportar en ellos. En el esquema de gobierno abierto, ambas son un medio para la colaboración o el co-diseño, para la rendición de cuentas, para el buen gobierno. La transparencia es fundamental para que la ciudadanía informada pueda participar, proponer o decidir con elementos de juicio suficientes. También la transparencia tiene el potencial de abrir los espacios de participación a un target más amplio de la sociedad, más allá de las estructuras clásicas de participación, como las asociaciones vecinales o coelctivos sectoriales, permitiendo que personas a título individual u otros tipos de colectivos no estructurados distintos de los ejemplos anteriores se impliquen en procesos participativos. La participación no es tampoco el fin, como decíamos antes, es un paso hacia otros estadios, además de una herramienta para la recuperación de la confianza y que, más allá de su carácter consultivo o decisorio, debe de servir para aportar valor, para mejorar los espacios, las relaciones sociales, las decisiones y las políticas públicas.
Por supuesto que hay espacio, y estamos en un momento en el que se dan circunstancias suficientes y favorables para que participación y tecnocracia puedan caminar de la mano en determinados tramos.
- ¿Cómo debe funcionar un laboratorio ciudadano de innovación democrática? ¿Cuáles deberían ser sus principales funciones? ¿Y en el ámbito regional?
Creo que debe ser un espacio inclusivo, abierto a la participación de todo el que quiera hacerlo, y orientado en principio más a la consolidación de un espacio y unas metodologías de trabajo que a la obtención de resultados inmediatos, más si cabe al tratarse de un espacio de experimentación. No quiero decir con esto que no tenga que aportar soluciones, éste es su fin, pero creo que hay que permitir que se cocine a fuego lento una cultura de la colaboración y un método o métodos de funcionamiento, generando un ecosistema a su alrededor que se vaya fortaleciendo poco a poco por la suma de actores y proyectos. Debe estar liberado de exigencias inmediatas.
A nivel regional, creo que puede actuar como generador y dinamizador de proyectos, tanto a nivel colectivo de la región, como de proyectos autónomos a nivel local que sean replicables en otros municipios o comarcas. Debe ser una herramienta de facilitación y que sirva también para reflexionar sobre experiencias compartidas, tanto de (relativo) éxito como de (relativo) fracaso. Además, debe ser una antena receptora de lo que pasa en espacios similares para trasladarlo/compartirlo/adaptarlo/mejorarlo en su seno.
Rafael Camacho Muñoz
@rafacamu | https://www.scoop.it/t/transparencia-by-rafa-camacho
Politólogo en modo “aprendizaje continuo”. Edito y comparto la selección de contenidos Transparencia en España desde 2015 y colaboro en diversas iniciativas y proyectos encaminados a la difusión de la cultura de la transparencia. Premio Novagob 2017
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