Desde el LAAAB impulsamos una COMUNIDAD DE INNOVACIÓN ABIERTA para crear una red en torno al ecosistema de participación de Aragón; todo ello con el objetivo de transformar la dirección de participación en un laboratorio de políticas públicas, que active procesos de cambio y apertura en la institución.
A quien se une a esta Comunidad le hacemos 3 preguntas (nada fáciles, todo hay que decirlo) y que ¡¡os apetecerá leer!!…
Alberto Ortiz de Zarate
- ¿Qué papel debe tener la participación ciudadana en un contexto de posverdad y crisis de legitimidades?
El contexto de posverdad nos introduce en un perverso laberinto de difícil escapatoria. La participación no va a ser suficiente para combatirlo.
En cuanto a la crisis de legitimidad, la participación, si se enfoca adecuadamente, debería ser la clave para avanzar en mayores grados de legitimación de las instituciones. Siguiendo a Innerarity, podemos distinguir un doble papel de la participación para la legitimación:
· Aumento de la democraticidad, en la medida en que los gobiernos hagan lo que la gente pide.
· Mejora de resultados, en la medida en que las políticas públicas mejoren gracias a la aportación de talento ciudadano.
- ¿La participación y la transparencia son un fin o un medio? ¿Hay espacio entre la plena participación directa y la tecnocracia?
Siempre hay que tomarlas como un medio y, por lo tanto, hay que aplicarlas con proporción y orientadas a una serie de impactos, en términos de valor público.
Existe una ancha interfaz entre la participación directa y la tecnocracia. Por una parte, en la generación de la agenda política a partir de las necesidades expresadas por distintos colectivos que deliberan; en segundo lugar, en dinámicas de innovación abierta para diseñar mejores políticas; en tercer lugar, desempeñando un papel en la ejecución de las políticas y, por fin, como auditores sociales que validan la rendición de cuentas.
- ¿Cómo debe funcionar un laboratorio ciudadano de innovación democrática? ¿Cuáles deberían ser sus principales funciones? ¿Y en el ámbito regional?
En mi opinión, el laboratorio ciudadano tiene como principal misión ejercer de bisagra entre las iniciativas institucionales y la innovación social. Debe servir para impulsar una sociedad más activa y cohesiva, al tiempo que facilita la presencia de la ciudadanía en las políticas públicas. Por lo tanto, no puede ser “Administración pública”, sino un híbrido que surja de la sociedad y sepa movilizar recursos públicos.
Más importante que sus funciones son su reputación y su llegada a entornos microlocales. Su orientación tiene más que ver con la etnografía que con el management.
Alberto Ortiz de Zarate
@alorza | http://eadminblog.net
Experto en gobierno abierto e innovación pública. Fundador de Alorza.net. Ex-director de atención ciudadana de gobierno abierto. Experiencia en proyectos transformadores en todos los niveles de la Administración española. Consultor internacional para América Latina.
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