AWE: Ni miedo, ni pereza, ni vergüenza

Los testimonios de dos mujeres poderosas y arrolladoras abrieron la IV Sesión de AWE en ITAINNOVA: Teresá Crivillé, propietaria de Bodegas Crial, y Cristina Aranda, consultora de negocio en el sector tecnológico y fundadora de Mujeres Tech.

Las mujeres emprendedoras de la Academy for Women Entrepreneurs en Aragón (AWE) se aproximan a la meta del programa. La cuarta de las cinco sesiones inspiradoras acogió a dos empresarias de garra que motivaron y empoderaron al grupo con sus historias de lucha, resiliencia y astucia el pasado 29 de junio en ITAINNOVA (Instituto Tecnológico de Aragón).

Teresa Crivillé atesora 30 años de experiencia como propietaria de Bodegas Crial en Lledó (Matarraña, Teruel) y dejó clara su postura acerca del papel de la mujer en el mundo empresarial: “Ser mujer y tener una empresa me da la posibilidad de gestionar mi vida y mi futuro, de fijar mi sueldo, de romper la brecha de género. Intento rodearme de mujeres en puestos decisivos porque somos buenas, somos fuertes, somos duras”. La empresaria ofreció a las chicas sabias enseñanzas avaladas por tres décadas al frente de su bodega familiar:

La conciliación con la vida personal es esencial. Una empresa que absorba el 100% de nuestro tiempo acabará devorándonos y fracasará.
No hay que demorar las decisiones. Hay que ser muy ágiles manteniendo siempre un punto de sensatez y reflexión.
La labor comercial que dejas de hacer, te la hará tu competencia. Hay que saber diferenciar entre el “no” rotundo y el “no” argumentable. Este último puede convertirse en un sí con una labor comercial honesta y profesional.

Cristina Aranda hizo gala de su gran talento para la oratoria con una intervención dinámica, ingeniosa y punzante. La consultora de negocios tecnológicos contó cómo había incorporado su trayectoria académica como filóloga hispánica al mundo del marketing y de la empresa: “El 80% de los datos que produce una compañía son de corte lingüístico: emails, llamadas telefónicas, interacciones cara a cara, informes, etc”. A través de ejemplos de otras mujeres que habían supuesto una disrupción en sus paradigmas, Cristina pidió a las emprendedoras que soltaran lastres como el miedo, la pereza o la vergüenza para lanzar sus proyectos al mundo: “no seáis como el burro atado a la silla de plástico, que aunque podría soltarse, sus obstáculos psicológicos se lo impiden”.

“En todas las sesiones ha habido cosas bastante reveladoras y desconocidas para mí, pero quizá esta última, con Teresa y Cristina, ha sido de las más reales, de las que te ponen los pies en la tierra”, señaló la emprendedora Ana Cristina López de Rosa en positivo, una tienda online de productos de belleza para pacientes oncológicos. Otra de las participantes del programa, Marta Burillo, fabrica y comercializa impresoras 3D y destaca el gran soporte que le está proporcionando AWE a su negocio: “Las herramientas, consejos y el apoyo que estamos recibiendo están resultando ser muy útiles tanto a nivel personal como profesional, cumpliendo con creces las expectativas que tenía puestas en el programa. La mayoría de los proyectos tienen perfiles muy diferentes así como las mujeres que los lideran, las organizadoras o las ponentes, por lo que proporcionan distintas visiones a las de tu equipo y/o entorno, aportando nuevas ideas que mejoran y enriquecen tu proyecto”.

Tras las speakers, las facilitadoras del programa Teresa Gaspar y Patricia Tejero, acompañaron a las chicas a adentrarse en los arquetipos de su marca. Así, cada una fue definiendo su rol entre los 12 tipos posibles con la ayuda del grupo, que planteó cuestiones como “¿tu empresa es más amiga o más cuidadora?”, “¿no crees que tienes un punto de rebelde también?” o “¿por qué no te planteas comunicar desde el rol del sabio?”. También se abordaron las pautas para hacer un pitch: una presentación breve y poderosa, capaz de enamorar a un cliente potencial o futuro inversor. ¿Las claves? Emocionar, salirse de lo establecido, resolver un problema y, lo más importante, ponerle mucha pasión.