La medición de resultados claves es la pieza fundamental para garantizar que los proyectos estén realmente generando impacto positivo en el entorno. Comprender que tener resultados no es igual a generar impacto fue la premisa de esta cuarta sesión de la Social Impact Academy.
El pasado 10 de noviembre se llevó a cabo el cuarto encuentro de la Social Impact Academy en el espacios LAAAB. Durante esta sesión los jóvenes emprendedores que participaron en la sesión compartieron diferentes experiencias sobre la importancia de medir todas las acciones que realizan para saber realmente si las mismas generan o no un cambio positivo en el mundo.
De la mano de Manuela Delgado como inspiradora y Daniel Serón como facilitador pudieron ver tanto desde la práctica como la teoría lo relevante que es para sus proyectos establecer indicadores relevantes para medir el impacto que están generando y cómo este se diferencia de sus objetivos. Esta cuarta sesión se suma al conjunto de encuentros que estos 20 jóvenes emprendedores tendrán para sacar adelante sus ideas y proyectos para cambiar el mundo.
Probar y asegurarte de que tus ideas funcionan
La sesión inspiradora estuvo a cargo de Manuela Delgado quien abrió contando su experiencia como emprendedora. Una ingeniera apasionada por la ciencia, que ve la tecnología y la innovación como herramientas para mejorar la vida de las personas y es coautora del libro 10001 amigas ingenieras e impulsora de “una ingeniera en cada cole”.
Durante la sesión Manuela contaba que 10001 amigas ingenieras es un proyecto que surge con la necesidad de acercar las ciencias y las matemáticas a escolares de 6 a 12 años, en la voz de 17 ingenieras egresadas de la Universidad de Zaragoza.
Explicaba además que la materialización de este libro es consecuencia un proceso de medición que les llevó a crear su Producto Mínimo Viable (MVP), el cual aún se encuentra en fase de aprendizaje, y que si no fuera por la medición constante no tuviera el mismo valor. Durante esta parte comentaba que un MVP le ha servido para medir lo que funciona, y para confirmar que realmente existe una “brecha de género en las matemáticas y las ciencias”.
Además de resaltar la importancia de siempre medir para saber qué cosas funcionan y cuáles no, Manuela destacó la importancia de tener objetivos aspiracionales, “¿Cómo ves tu proyecto dentro de 1 año, 5 años o 10 años? Si no se mide no existe, y si no se ve tampoco. Ahí la importancia de un objetivo aspiracional”
Los jóvenes participantes estuvieron muy involucrados en la sesión inspiracional de Manuela: “¿Cómo has financiado tu MVP?, ¿A qué edades está dirigido?, ¿Qué han aprendido con este libro?, ¿Cómo han podido llegar hasta los colegios de Aragón?” fueron algunas de las interrogantes que se plantearon durante la ronda de preguntas, además del interés por ¿cómo realizar un Producto Mínimo Viable?, ¿cuánto tiempo dura?, o ¿cómo se puede medir el impacto en una MVP?
Una vez culminada la sesión inspiracional, Tineke Franssen, parte del equipo de Impact Hub Zaragoza, continuó con un ‘pecha kucha’ para dar paso a la formación del día enmarcada en “Lo que no se mide, no existe”. Los jóvenes conocieron con Tineke las bases de la generación de impacto: “Una cosa es tu propósito y otra tu impacto”, se acercaron un poco a los cinco eslabones de la “cadena de valor del impacto” y pudieron visualizar rápidamente como el impacto es el cambio estructural positivo sostenido en el tiempo y no los resultados de las acciones ejecutadas en cada proyecto.
Resultado no es lo mismo que impacto
Durante esta cuarta sesión, Daniel Serón fue el facilitador encargado de conducir a los participantes del programa por aquellos indicadores necesarios para construir proyectos que realmente generen impacto positivo, para las personas, empresas y el medio ambiente. Daniel es un emprendedor, fundador de Suno Sostenibilidad, especializado en economía circular como estrategia para mejorar la sostenibilidad de nuestro entorno. Contaba durante la sesión que su experiencia ha estado enfocada en la mejora de los resultados que generan impacto positivo en el entorno, en la medición de resultados.
En la sesión los jóvenes participaron en diferentes casos prácticos donde debían identificar cuáles eran las problemáticas sociales planteadas, cuáles eran sus vehículos de impacto y cuáles podrían ser sus indicadores de éxito. “Tener resultados no es igual a generar impacto” fue la premisa principal de estas actividades donde los jóvenes trabajaron en equipo para resolver los casos planteados pero, sobre todo, para conocer y entender la importancia de los indicadores de medición de impacto.
Los participantes en el transcurso de la tarde se vieron realmente interesados por conocer las metodologías de medición de impacto, y cómo pudieran establecer KPI relevantes en sus proyectos para alcanzar objetivos que realmente marquen una diferencia.
Con esta cuarta sesión, se ha resaltado la importancia de medir las cosas para saber qué hay que arreglar o mejorar, qué cosas funcionan y cuáles son aquellas que realmente generan un impacto positivo en el mundo. La falta de datos es unos de los mayores problemas que impide a los jóvenes obtener los resultados y el impacto que desean en sus proyectos, es por eso la importancia de esta sesión con Daniel Serón porque lo que no se mide, no existe.
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