WIKI ARAGÓN, trabajando en equipo para reducir la brecha de género en Wikipedia
¿Cuántas mujeres científicas que hubieran pasado a la historia conocíamos hace diez años? Posiblemente la mayoría nombraríamos a Marie Curie, la primera persona en recibir dos premios Nobel en distintas especialidades: Física y Química, y la primera mujer en obtener este prestigioso galardón. Habría quien también recordase a Ada Lovelace, precursora de la programación informática. Posiblemente no se citarían muchos más nombres. La cuestión sería bien distinta si se evocasen ilustres científicos varones, estudiados convencionalmente en nuestras aulas como padres de muchos de nuestros avances.
“Debemos poner en práctica el principio de igualdad para que la ciencia sea favorable a las mujeres, porque con demasiada frecuencia funciona en su contra, por ejemplo, cuando los algoritmos perpetúan los prejuicios de sus programadores”. Palabras de Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO, el pasado 11 de febrero, con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una jornada conmemorativa que precisamente instauró la Asamblea General de las Naciones Unidas a finales de 2015 con el fin de alcanzar una participación equitativa en la ciencia para las mujeres y las niñas. Desde entonces, las numerosas iniciativas promovidas en torno a esa jornada han facilitado que descubramos muchos otros nombres de mujeres STEM; nombres que siguen suponiendo hoy menos del 30% del conjunto, pero que sirven de inspiración a las generaciones presentes, con el objetivo puesto en que ese porcentaje aumente y accedan a la ciencia muchas más féminas.
La importancia de contar con referentes y de experimentar la vida más allá de la ventana
Al inicio de nuestras vidas, aprendemos sobre todo por imitación. Luego ya alzamos el vuelo y podemos reorientar la dirección que tomar. Conocer a nuestras antecesoras nos aporta referentes, ser conscientes de que si ellas lo lograron, a nosotras también nos cabe sobrepasar esas metas; como brújulas en el camino para avanzar en la consecución de logros personales, como espejos en los que reconocernos, alentándonos y susurrándonos: “sí, se puede”.
Solo que como decía con tristeza el personaje de Mafalda al imaginar las ocupaciones desempeñadas por mujeres desde tiempos remotos, vinculadas a faenas domésticas como coser o limpiar: “Claro… Lo malo es que la mujer en vez de jugar un papel, ha jugado un trapo en la historia de la humanidad”. Y es que la narración que tradicionalmente nos ha llegado ha venido marcada por el sesgo androcéntrico; eso sí, con un refrán de lo más condescendiente: “Detrás de un gran hombre, hay una gran mujer”. Así fue cómo, hasta bien entrado el siglo XX, la historia, escrita por los vencedores y por los poderosos, glorificó a unos y ninguneó a otras (a lo sumo, valoradas por su relación con esos hombres destacables), relegándolas a contemplar el mundo “Desde la ventana”, como desarrollaba Carmen Martín Gaite en el libro de dicho nombre, un ensayo sobre las dificultades de las mujeres para exponer sus puntos de vista en la literatura, frente a los estereotipos femeninos creados por sus colegas varones.
Llegó la revolución digital y, en teoría, esto podía cambiar. Con el acceso a Internet se nos abría a todas las personas navegantes una ventana enorme por la que poder mirar; y también que poder atravesar, no solo recibiendo, también aportando contenidos. En este contexto, surgió Wikipedia, creada en 2001 por Jimmy Wales y Larry Sanger, autocalificada en su portal de bienvenida como “la enciclopedia de contenido libre que todos pueden editar”. Con ella, como cuenta la periodista y activista Patricia Horrillo en Nadie hablará de nosotras si no estamos en Wikipedia, por primera vez se ofrece a la ciudadanía la oportunidad de narrar la historia, rompiendo de esta forma el monopolio de la memoria, en manos hasta entonces de una élite. Pero Horrillo también nos alerta de una tremenda desigualdad: menos del 20% de perfiles biográficos corresponden a mujeres, un dato correlativo con otro nada baladí: la minoría de mujeres editoras, en torno al 13% del total.
Actuar en comunidad para avanzar más y mejor
Además de esa doble brecha de género, Patricio Lorente, en su libro “El conocimiento hereje. Una historia de Wikipedia” (2020), pone de relieve las dinámicas de poder del funcionamiento de esta enciclopedia, donde “las primeras contribuciones de una mujer tienen muchas más probabilidades de ser revertidas que las de un hombre, y a su vez es más probable que una mujer que comienza a editar Wikipedia sea bloqueada” (2020, p. 102), lo que, sin duda, desanima a seguir a muchas que se aventuran a editar. En dicho libro, Lorente usa como ejemplo el caso de Donna Strickland, sin perfil en Wikipedia cuando en 2018 le otorgaron el Premio Nobel de Física porque un redactor lo había borrado por no considerarlo destacable. La justificación de un mayor número de referencias para fundamentar la relevancia de muchas mujeres no es nada nuevo. En el lado positivo, que en los últimos años han ido surgiendo iniciativas comunitarias para revertir estas tendencias, como Wikiesfera, grupo oficial de usuarixs de Wikimedia que nació en 2015 de la mano de Patricia Horrillo.
Una afortunada confluencia tuvo lugar cuando a finales de 2020, en la presentación promovida por Laboratorio de Aragón [Gobierno] Abierto (LAAAB) de la Comunidad Aspasia, esta apostó, en el marco de su objetivo por fomentar la participación ciudadana con perspectiva de género, por contribuir a corregir las brechas de la representación del conocimiento del universo Wikimedia invitando a Horrillo a impartir una charla inaugural y a coordinar posteriormente una serie de Editatonas. Así, se sucedieron desde diciembre de 2020 a junio de 2021 hasta cinco sesiones maratonianas de edición en Wikipedia para visibilizar en ella nuevas biografías femeninas, sobre todo de mujeres aragonesas, a veces bajo temáticas concretas, como ciencia, deporte, arquitectura y urbanismo. Figuras ya desaparecidas como las historiadoras María Luisa Ledesma, Mercedes Marina, Carmen Orcástegui y Áurea Lucinda Javierre, las profesoras Dolores de Palacio y Pilar Cuartero, la escultora y ceramista Dionisia Masdeu, la locutora de radio Conchita Carrillo y la actriz Alicia Altabella, fueron las primeras en ser incorporadas por un equipo de casi veinte participantes online que concluyó las casi cinco horas de conexión con gran satisfacción.
Damos fe de ello porque varias de quienes esto suscribimos formamos parte de esa primera Editatona; novatas, iniciándonos en traspasar la ventana y transitar por los terrenos de una enciclopedia que hasta entonces solo conocíamos como lectoras. La estructura de cada Editatona le imprime un atractivo especial: primero, una breve charla de una experta en la temática para ir entrando en materia; después, las explicaciones de Patricia Horrillo de cómo empezar a editar partiendo de cero; finalmente, con su continua tutoría, el trabajo en parejas o pequeños grupos para terminar publicando el perfil de la mujer elegida. Una dinámica que permite que el tiempo se te pase rapidísimo y de forma amena. Porque sí, es una labor en la que, conjugando investigación, selección y redacción, se aprende y disfruta a partes iguales.
Llegadas a este punto, ¿se comprende que fuera un proyecto que nos enganchase a repetir Editatonas e incluso nos animase a constituir un grupo estable de edición como nodo de Wikiesfera? Con el nombre de Wiki Aragón, en junio de 2021 celebramos nuestra primera reunión independiente, entendiendo que la vida pública es un conjunto de actividades sociales que se desarrollan en espacios cotidianos como las calles, plazas, parques… pero también en espacios como Internet, una especie de Ágora del siglo XXI conformada por todo el mundo que intervenimos, de un modo u otro, en su devenir. De ahí que de todas dependa que las sucesoras actuales de Aspasia de Mileto figuren, por méritos propios, en espacios abiertos como Wikipedia. Por eso, con periodicidad mensual, hemos ido trabajando tratando de añadir nuestro grano de arena en una escritura de la Historia más equitativa, y ello a través de la filosofía que mueve a Wikiesfera: compartiendo en comunidad, poniendo en común aprendizajes, solventando dudas, animándonos en cada paso y corroborando que la unión hace la fuerza.
La directora, productora, actriz y dramaturga Nata Moreno fue nuestra primera biografía publicada de forma autónoma, a la que le han seguido otras, sin olvidar practicar otras labores igualmente útiles: la traducción al español de biografías en otras lenguas y la actualización de perfiles ya existentes, teniendo en cuenta que hoy la información es un océano casi infinito en continuo movimiento.
El pasado mes de junio Wiki Aragón festejó su primer cumpleaños. Entre Editatonas en las que hemos seguido participando y colaboraciones propias, sumamos más de cuarenta nuevas biografías y cerca de mil ediciones. En nuestro primer aniversario, como escribimos en nuestro blog, unidas en conexión online a varias compañeras de Huesca y de Wikiesfera en Madrid, pusimos en valor lo gozoso que resulta avanzar un trayecto en compañía, donde las energías no suman, sino que se multiplican. Sí, aún queda mucho por hacer, pero paso a paso conjunto el recorrido se siente más llevadero.
Si tuviéramos que definirnos, diríamos que actualmente Wiki Aragón lo integramos un grupo heterogéneo en edades y ocupaciones pero con un horizonte común: la divulgación de la cultura, la ciencia y el arte con perspectiva de género, sensibles a la educación de la ciudadanía en valores de progreso y de participación, conscientes de que conseguir una sociedad más equitativa compromete a todo el mundo. Por eso somos un grupo abierto que invita a quien quiera sumarse en este ilusionante camino de aprender y crecer en comunidad en la edición en Wikipedia.
Difundir el trabajo de otras mujeres es sororidad, evitar su invisibilización es una cuestión de justicia social, estar presentes como editoras en espacios como Wikipedia es un ejemplo de “aquí estamos nosotras”. Y estamos, el primer lunes de cada mes (si es festivo, el siguiente) en nuestra sede en el LAAAB (Plaza del Pilar, 3, Zaragoza). También puedes contactarnos mediante el correo wikiesfera.aragon@gmail.com o a través de nuestro blog e Instagram.
En El peligro de la historia única, Chimamanda Ngozi Adichie decía: “las historias importan. Muchas historias importan. Las historias se han utilizado para desposeer y calumniar, pero también pueden usarse para facultar y humanizar”, añadiendo: “cada historia ilumina un sendero dentro de lo que no sabemos al tiempo que amplía los márgenes de lo que nos queda por saber”. Participando en la enciclopedia virtual más consultada del planeta podemos contribuir a una representación del saber mucho más amplia y plural, a la vez que descubrimos muchos más senderos por los que transitar.
¿Quieres unirte a nosotras en este descubrimiento?
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