Entrevista a Marianna Martínez Alfaro

Licenciada en Sociología y Doctora en Sociología con Máster en Estudios Sociales Aplicados. Apasionada y profesional de la innovación social y la investigación aplicada. Posee una amplia trayectoria en Labs de Innovación Ciudadana, metodologías participativas, pensamiento de diseño, prospectiva estratégica y escenarios de futuro.

 

Desarrolla su actividad profesional en perspectiva de género, economía circular, ciudades inteligentes, diseño de proyectos, Agenda 2030, etc. Colabora con el LAAAB en el proyecto Cocina Lab con la D. G. de Promoción e Innovación Agroalimentaria, entre otros proyectos.

 

¿Dónde naciste?

Nací en la ciudad de Caracas, Venezuela.

Y realmente, ¿de dónde te sientes?

Después de una vida de muchos viajes, yo ahora soy ciudadana del mundo; pero me siento realmente “vene-maña”. Me siento venezolana porque una nunca pierde sus raíces. Pero, cuando estás tan acostumbrada a viajar por tantos países, te vas imbuyendo de su cultura y vas armando una cultura híbrida. Me siento un poquito de todas partes.

¿Dónde creciste? ¿Cómo lo recuerdas?

Mi infancia la viví entre Venezuela y Curaçao (una isla neerlandesa del Caribe), debido a que mi padre viajaba mucho por trabajo. Recuerdo estar allí, con otros niños, con otro idioma (papiamento) con otra cultura. También residimos temporadas en EE.UU. Tantos viajes me enseñaron desde pequeña a vivir en un mestizaje constante…

¿Y cómo fue tu etapa escolar?

Estudié en un colegio religioso Colegio Teresiano La Castellana (en ese momento el colegio era sólo de niñas) y casi todas mis compañeras eran hijas de familias españolas, así que estudié en un “trocito de España” en Venezuela. La mayor parte de los padres de mis amigas eran españolas por eso escuchaba artistas como “Los Pecos”, entre otros.

¿Qué hacías cuando no estabas en el colegio?

Mi vida transcurrió entre el deporte, la música y el trabajo humanitario. Sobre el deporte, concretamente el baloncesto pero también el kickingball. En cuanto a la música, flauta dulce, cuatro venezolano y la guitarra) y componía canciones. También bailaba ballet.

Y, en cuanto a estudios superiores, ¿Qué estudiaste y por qué te decidiste por esos estudios?

Mi primera vocación era estudiar Derecho. Pero luego me di cuenta de que no era lo mío, porque representaba un conflicto ético y de principios sobre todo en el derecho penal que no vale defender cualquier causa. Cuando conocí todo el fundamento de la Sociología, no tuve dudas.  Me gradué “Summa cum laude” y accedí a una beca para estudiar en la Universidad de Zaragoza un Máster de Estudios Sociales Aplicados. Al terminar el Master opté a una beca UE de Doctorado y me formé en otras áreas como innovación-

Y, al final me fueron saliendo oportunidades y me quedé en Zaragoza. No fue una decisión premeditada, tenía pensado retornar a Venezuela tras terminar el master, pero una cosa llevó a la otra, y me quedé.

Hablemos de tu situación familiar, tanto la natural, como en sentido amplio.

Mi familia quedó en Venezuela, mis padres ya fallecieron y mis hermanos estudian la posibilidad de migrar a otros países por la situación que se vive allí. Por suerte, los amigos y las amigas que he hecho aquí en Zaragoza, me han aportado mucho en todos los sentidos y me han ayudado a sentirme bien. Me siento muy afortunada en este sentido. Cuando vienes de otro país la situación no es fácil, tienes que empezar de cero e ir creando tu propia familia. Cuando metes tu vida en la maleta el empezar de cero es una decisión.

¿A qué crees que has renunciado para tener la carrera profesional que tienes?

En el momento en el que me vine fue el dejar a mi familia, mis amigos/as, mi país, lo que supuso un coste emocional muy alto pero también una oportunidad. Personalmente creo que he priorizado mi formación y mi carrera laboral ante otras cuestiones más personales.

¿A qué dedicas el tiempo que es solo para ti, tu tiempo libre?

Continúo con mi afición por la música, escribo cuando puedo… También compito en un equipo de hip-hop, bailo danza urbana… Me he dado cuenta de que el baile ha agudizado mi parte más creativa. Dedico tiempo para viajar y quedar con amigos/as. Una tiene que reservar tiempo para las cosas que realmente son importantes y mi núcleo afectivo es muy importante para mí.

Y, después de toda esta experiencia vital tan interesante, ¿cómo te sientes contigo misma? ¿Eres feliz?

Yo creo que he pasado por un proceso de transformación muy intenso, sobre todo por el tema migratorio, porque te pone ante un espejo contigo misma, te acerca a tus propios límites como persona y a cómo superar las dificultades de la vida. Yo intento aprender de todo lo que me pasa, de todas las personas que conozco y del día a día. Mantengo siempre mis pilares de base, pero evoluciono según voy aprendiendo y experimentando vivencias. Y, a día de hoy, me siento feliz conmigo misma.

 

¿Estás dónde quieres estar?

Estoy donde quiero estar y me siento afortunada de poder trabajar en todas las áreas en las que me desempeño.

Y, ahora, con toda esa experiencia vital que has acumulado, ¿qué le dirías sobre la vida que le espera, a esa niña de 4 o 5 añitos, que estaba haciendo sus pinitos con el ballet en Caracas?

Yo creo que le diría que disfrutase de cada momento, sin prisa, pero sin pausa; que no tuviera urgencia por pasar de la zapatilla de media punta a punta; que disfrutara de cada etapa de la vida. Que todo tiene su momento.

¿Cómo te gustaría ser recordada?

A mí me gustaría ser recordada como una buena persona; siempre tengo una excelente disposición para las demás personas, una vocación de servicio innata. Quiero que se me recuerde como una buena persona, y luego todo lo demás…

Es curioso que, teniendo una carrera profesional más que remarcable, consideres tan importantes las cuestiones personales y emocionales.

Sí, es cierto. En mi caso personal, desde pequeña, estoy acostumbrada a obtener numerosos reconocimientos y premios por mi buen hacer en todos los aspectos. Considero fundamental ser humilde, porque hoy puedes ganar, pero mañana puedes perder. Es importante aprender a lidiar con el fracaso, con el error, y mantener los pies sobre la tierra; y tener un sistema sano de valores, que, afortunadamente he mantenido siempre.

Para terminar esta entrevista, me gustaría conocer tu opinión personal sobre la situación actual de la igualdad entre hombres y mujeres.

La situación de la igualdad en España, a mí me preocupa tremendamente. Sí es verdad que hemos avanzado, sobre todo en la igualdad formal, pero percibo un divorcio total entre la igualdad formal y la real.

Existe una indefensión ante la aplicación de ciertas leyes que no están protegiendo efectivamente a las mujeres ante la violencia de género. Pero también me preocupan las violencias en todos los ámbitos: empleo, formación, las diversas situaciones familiares… Y como la sociedad legitima o no estas situaciones.

En ciertos aspectos me parece que estamos involucionando. Hay una crisis de valores muy preocupante. Los problemas que subyacen a las desigualdades tienen una raíz más profunda de lo que pensamos. Esta problemática empieza desde casa, con los valores, los principios…, como el respeto. Porque cuando no respetas las diferencias, no fomentas la igualdad.

El proyecto Mujeres Aspasia se ha realizado gracias a las entrevistas realizadas por Sergio Aparicio Pérez, como parte de las prácticas realizadas en el LAAAB dentro del C.P. 3 de Promoción para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, gestionado por CEOE Aragón.

 

 

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  • Laboratorio para fomentar la participación ciudadana en el diseño de políticas públicas. El LAAAB es una herramienta de innovación democrática y un espacio de encuentro entre la administración y la sociedad civil, un lugar donde cooperar, reflexionar y experimentar junt=s sobre los desafíos comunes.

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