Ni víctimas ni heroínas: el cambio climático expresa y construye desigualdades entre mujeres y hombres

NI VÍCTIMAS NI HEROÍNAS: EL CAMBIO CLIMÁTICO EXPRESA Y CONSTRUYE DESIGUALDADES ENTRE MUJERES Y HOMBRES

Vanesa Castán Broto, catedrática de Urbanismo climático de la Universidad de Sheffield que impartió la píldora del pasado 19 de septiembre sobre Mujeres, género y cambio climático, partió de que la vulnerabilidad ante el cambio climático no viene dada por el hecho de ser mujer, sino que es una construcción más compleja que tiene que ver con “cómo las ciudades generan riqueza pero también generan desigualdad, que hay que abordar desde una perspectiva feminista y negarnos a aceptar la desigualdad como motor de los espacios”

Con varias diapositivas participativas para entender qué es lo más urgente a abordar ante el cambio climático y quién debería liderar la acción en este sentido, Vanesa nos fue contando cómo, al principio de la investigación ambiental se asignó a las mujeres un papel de vulnerabilidad esencial, por el hecho de ser mujeres. Sin embargo, este enfoque está cambiando y está analizando, desde una perspectiva interseccional, lo que llaman las vulnerabilidades diferenciales. Es decir, cómo la vulnerabilidad de cada persona y colectivo se construye no solo por cuestiones relacionadas con el género, también con otras variables. Identidad, desigualdad espacial, capacidad de recuperación y poder y jerarquía, esos son los 4 ejes de discriminación que analizan.

Ante las emergencias e inclemencias que provoca el cambio climático, la investigación ha demostrado, decía Vanesa, que “aunque los hombres responden rápido a las primeras tareas de emergencia y rescate, a largo plazo son las mujeres las que se quedan con la responsabilidad de recuperar las comunidades tras los impactos del cambio climático”. Sin embargo, se sigue manteniendo en el discurso la vulnerabilidad de las mujeres ante el cambio climático cuando en su trabajo de campo Vanesa decía que “vemos constantemente a mujeres como líderes del cambio climático y sin embargo se nos representa habitualmente como necesitadas de empoderamiento”.

Si quieres ver los ejemplos de invetigación sobre cambio climático en contextos urbanos de Malaui, Brasil y Filipinas con perspectiva de género, no te pierdas su charla, que puedes ver y escuchar aquí abajo, rescatando cómo las ciudades tienen que ser sostenibles, inclusivas, seguras y resilientes. Todo esto al hilo de placas de energía renovables y brecha de género en ingeniería eléctrica; economía circular, reciclaje y mujeres o reconstrucción comunitaria de manglares.

Para terminar, rescató el valor de las acciones cotidianas, que demuestran el poder de transformación real y que aprovechan los espacios políticos diarios para quitarnos el peso de la culpa por la situación y pasar a una responsabilidad situada, en la que se apueste también por incorporar los conocimientos locales. “La solidaridad y la equidad tienen que estar en el centro de la acción contra el cambio climático en las ciudades especialmente. […] Hay que intentar no considerar la acción climática como algo heroico, sino como algo mundano que construimos en conjunto”