LLORAR Y CANTAR ES LO MISMO: de la violencia a la risastencia por la videoguerrilla
Más que inenarrable fue la segunda sesión del cinefórum Mujeres tras las cámaras: retratos y autorretratos (edición 3ª) con la inigualable presencia y aportaciones de María Cañas comentando el proceso creativo de La cosa vuestra, la película que se proyectó el 5 de noviembre en el espacio LAAAB y cuya presentación y dinamización de la participación realizó Ana Asensio Burriel, de la Asociación Mujeres y Cine. Inenarrable, pero algo os tratamos de contar…
¿Qué tienen que ver los Sanfermines con la infancia de Uganda, con una residencia de ancianos, con robots animados, con las brujas de Zugarramurdi, con Ernest Hemingway o con quienes recogen comida de la calle? Quienes vimos La cosa vuestra tenemos todo esto claro y más: ahora nos parecen asociaciones evidentes y manifiestas. Porque María Cañas, que después de verlo de nuevo dijo: “ay, qué locura, no tiene ni pies ni cabeza”, y que ahora quizá lo compondría de otra manera, cuenta con una impresionante capacidad sináptica con su cine de archivo y reciclaje con la que, de forma directa, logra impactar en el público.
Presentado como “un viaje hacia la cara más oculta y surrealista de los Sanfermines”, esta obra audiovisual tan singular se gestó en el marco del premio 2017 de la sección X Films del Festival Internacional de Cine de Navarra Punto de Vista. Con el desafío de retratar un acontecimiento tan popular, consiguió que el público reconociéramos que hay un montón de aspectos de esta fiesta en los que no habíamos reparado, comenzando con la jota con la que se inicia el mediometraje: “Navarra es un continente”. En su creación, María, en su compromiso con la cultura colectiva, nos compartió que priorizó hacer “cultura low cost contrainformativa”, componiendo un collage visual de piezas documentales de archivo, noticias, vídeos particulares colgados en plataformas y entrevistas a personajes de las fiestas. Indudablemente, otra visión de los Sanfermines.
La denuncia de la violencia ejercida contra animales y mujeres es una constante en el cine ensayístico de María Cañas, que emplea un montón de fuentes visuales para documentarla en sus múltiples expresiones. A este respecto, citó específicamente a Paul B. Preciado considerando que “el género es la construcción más violenta que hay. Deberíamos haber superado ya la dicotomía hombre-mujer”. Y de ahí, a una conversación coral sobre la humanidad y la violencia mucho más allá de los entornos festivos, en la que se llegó a hablar de fútbol y de los más de 5 terabytes que almacena María Cañas entre imágenes y vídeos para poder elaborar futuros proyectos.
María Cañas, a la que se le “rompió la visión de tanto usarla, como a la Jurado” revisando miles de archivos y documentación gráfica, nos contó también la existencia de propuestas tan interesantes como Mujeres en las Artes Visuales, para visibilizar e igualar la proyección de las profesionales del sector en relación a sus colegas masculinos. Nos confesó que, en estos tiempos actuales, las dificultades para la expresión y la creación le llevan a que “cada vez esté más cansada y con menos ganas de crear. Me da más miedo la precariedad que hay en el mundo cultural ahora”.
Con un desparpajo peculiar de sé-villana (como el título de otra de sus obras) y una coletilla habitual en su discurso: “cantar y llorar es lo mismo”, esta polifacética artista multimedia nos llevó por un viaje abierto, poliédrico, profundo, entre los hipos de angustia y las carcajadas de realidad surrealista, con el que nos interpeló a que “ojalá que se os contagie algo de mi pasión por agitar las imágenes, para así transformarnos en seres más libres y creativos. El fuego camine con todos. Y como advertía Simón del Desierto: No os dejéis arder en el fuego de una contemplación vana”.
Una tarde de cinefilia y comunidad que dejó un buenísimo sabor de boca y que esperamos repetir el 3 de diciembre con Ana Asensio y su largometraje Most beautiful island.
Fotos: Ángel López (@alopezca)
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