“Hay un vacío entre las reglas que ya no sirven y las que aún tenemos que imaginar… El verdadero debate es cómo llenar ese vacío” (Bauman)
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Superada la Open Gov Week, este año sí, con un éxito rotundo de agenda setting de poderes públicos y sociedad civil, y con los buenos propósitos de acción aún el aire, me gustaría llamar la atención de los gestores públicos PYMEL (pequeñas y medianas entidades locales) para devolver a la “agenda de las metodologías participativas” -aprovechando las sinergias del agenda setting– la participación ciudadana para la co-creación normativa a través de una herramienta de gestión participativa específica como es el crowdlaw.
En mi línea de las colaboraciones iniciadas con el LAAAB en 2019 me he propuesto acercar en este post una herramienta prácticamente desconocida para el gestor público PYMEL y que parece restringida al alcance de grandes Administraciones, con grandes recursos -tanto económicos como de personas- para dinamizar la participación pública. Pues no, el poder de esta herramienta está principalmente en la inteligencia y el conocimiento distribuido en red y podrían basarse, como ejemplo cercano, en comunidades y software como: Metadecidim la comunidad de Decidim, plataforma digital de participación ciudadana hecha con software libre y código abierto.
Pero… ¿De qué hablamos cuando hablamos de crowdlaw? -aquí está el clickbait de la publicación-
Una primera aproximación al crowdlaw nos conectaría rápidamente con el crowdfunding, tal vez un referente hoy en día más cercano para el gestor público PYMEL o para cualquiera que haya pasado a curiosear por aquí. Desde que en los orígenes de Extremoduro plantearan una acción de crowdfunding -y sí, esto se puede encontrar hoy día en los libros de economía de educación secundaria- para poder grabar su primer disco, “Rock Transgresivo” en 1989; hoy podemos asumir y gracias al uso generalizado de plataformas como Verkami o Goteo que nuestra capacidad para reconocernos colectivamente en torno a la construcción de propuestas / proyectos está más que validada.
Pues si partimos del crowdfunding como un sistema que integra micro-apoyos económicos que los emprendedores pueden recabar del público en general -un público global-, que nos podría servir para medir el apoyo a una iniciativa o testear una idea además de identificar oportunidades de mejora y generar el compromiso (engagement) con el público objetivo. El crowdlaw partiría de los elementos comunes introducidos anteriormente aplicables a la inteligencia de las multitudes pero con un enfoque hacia la micro-participación: micro-retos, micro-procesos y micro-recompensas, especialmente enfocado en la coproducción normativa; que podría incluir un enfoque de hibridación físico-digital en entornos en los que se promueven el engagement de las personas participantes y la participación directa de las mismas.
Si la respuesta es un nuevo marco normativo: ¿cuál es la pregunta o el reto social y/o institucional que se pretende resolver?
No hay una respuesta sociotécnica clara. Tal vez haya, si la hay, una respuesta institucional o una aproximación técnica pero resulta complicado encontrar una integración social-institucional, especialmente en el ámbito local de las PYMEL. Para favorecer esta integración se plantean algunas preguntas de interés que lanzo para diseñar una experiencia de participación ciudadana para la co-creación normativa atendiendo, principalmente, a 6 bloques: (1) retos, (2) objetivos, (3) necesidades y oportunidades, (4) grupo de trabajo, (5) posibles soluciones alternativas y (6) agenda de trabajo:
- ¿Qué reto social / institucional se pretende solucionar con la iniciativa?
- ¿Cuáles son los objetivos generales de la iniciativa?
- ¿Cuáles son los objetivos específicos de la iniciativa?
- ¿Cuál es la necesidad y oportunidad de la aprobación de un reglamento, ordenanza u otro instrumento jurídico?
- ¿Cuáles son las posibles soluciones regulatorias?
- ¿Cuáles son las posibles soluciones no regulatorias?
- ¿Qué actores sociales integrarán el grupo motor?
- ¿Qué alianzas y redes necesitaremos para desplegar la normativa? (ciudadanos / colectivos, personal técnico y político)
- ¿Cuáles son las tareas clave que se deberían incluir en la agenda de trabajo? (enumerar entre 5 – 8 tareas clave)
- ¿Cuál es el tiempo previsto de ejecución en el procedimiento de elaboración normativa?
- ¿Qué recursos necesitaremos y con qué recursos contamos -cuáles son los medios disponibles-?
- ¿Cuál es el presupuesto estimativo con el que contaremos?
- ¿Cómo evaluaremos y devolveremos los resultados?
- ¿Cuándo y en qué niveles es necesario el enfoque de género? -enfoque transversal: a nivel de políticas, de procedimientos y de personas-
- ¿Cómo se validarán a nivel político / social / político + social las decisiones que se tomen durante el proceso de elaboración normativa?
Para llevar a la práctica esta propuesta comparto el Modelo de normativa colaborativa desarrollado por #AlaquàsParticipa – Àrea Hackers Cívics VLC, un recurso para construir nuevas ideas empoderando y favoreciendo el compromiso de los actores sociales participantes.
¿Hablaremos de better regulation y de crowdlaw en la nueva generación normativa -tanto leyes como reglamentos- en materia de Gobierno Abierto: transparencia, participación y colaboración?
Antes de llegar a hitos como la Justicia Abierta en España -sobre el tema una lectura muy recomendable de Óscar Cortés (@oscarcortes)- deberíamos dotarnos de mecanismos como el crowdlaw que nos permitan co-crear los mecanismos institucionales para abrir definitivamente las Administraciones a la transparencia, la participación y la colaboración. Con herramientas institucionales co-creadas podríamos contar con los anclajes colectivos necesarios para cimentar también una nueva generación de PYMEL alineadas con la apertura, la colaboración y la coproducción.
Porque la mayor limitación de las PYMEL suele centrarse en la limitación de recursos: principalmente económicos y humanos -por su parte, en las grandes ciudades se centraría en la gobernanza y capacidad de gestión-. Para superar nuestras limitaciones contemos con la inteligencia de las multitudes, para vitaminar los gaps de nuestra racionalidad limitada, demos una respuesta a los retos sociales e institucionales desde una perspectiva integrada. Es el momento de explorar herramientas como el crowdlaw, especialmente en las realidades locales más próximas al ciudadano, ha llegado la hora de explotar la inteligencia colectiva.
Y como no puede ser de otra manera, la respuesta a las preguntas que he planteado en esta publicación está abierta a la sabiduría de las multitudes…
Continuamos la conversación en redes sociales con el hashtag: #CrowdLAAAB
¡Gracias por compartir y aprender junt=s!
Nota: Para completar este post me gustaría compartir algunos ejemplos y experiencias internacionales en materia de participación ciudadana para la co-creación normativa: a partir de los recursos generados en el proyecto CrowdLaw de The GovLab, lanzado a finales de 2017. Otra buena práctica en el ámbito de la Unión Europea es: Parlement & Citoyens.
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