Mujeres Aspasia, entrevista a Laura Lacarra

Entrevista a Laura Lacarra

Es Ingeniera Informática especializada en Big Data, divulgadora, tecnóloga y podcaster. En su paso por Telefónica ha estado en proyectos como el catálogo de Telco, proyectos de BI y ahora en Radar, un Big Data destinado a la analítica de red.  Su experiencia profesional la ha compaginado generando contenidos, dando formación, organizando eventos técnicos y siendo ponente. Su experiencia en un entorno de pocas mujeres le ha impulsado a promover actividades como Mulleres Tech, organizar eventos como Women Techmakers, mentorizar a futuras ponentes y enseñar a los niños y niñas a programar en los colegios.

Ha sido finalista en la categoría de Advocate en los premios Women in IT Awards Dublín 2019, finalista por “Mujeres a Seguir” en la categoría de tecnología en 2021 y recientemente ha sido incluida en la lista de “Los 100 más creativos en los negocios” Forbes en 2022.

 

¿Dónde naciste y dónde te criaste?

He nacido en Zaragoza, me he criado en Zaragoza también, y me siento muy de aquí, del territorio, de Aragón.

 ¿Cómo recuerdas tu infancia?

La recuerdo con mucho cariño. Mi padre es físico y me iba encaminando desde pequeña a que me gustara la ingeniería. Yo he jugado mucho con mecanos, me encantaban los coches y los coleccionaba con pasión.

Tuve mi primer ordenador a los 9 años y me despertó la curiosidad por la informática y los juegos de ordenador. También he sido gamer. Probablemente tuve la suerte de que mis padres pudieron comprarme un ordenador, siendo tan pequeña, y que decidieran invertir en que dispusiera de él, fue un hecho que marcó mi infancia positivamente.

¿Qué hacías cuando no estabas en el colegio?

Estaba apuntada a un equipo de baloncesto. Cursé hasta primero de grado medio de fagot. Estaba siempre con la música o haciendo deporte o estudiando. Los veranos solíamos pasarlos en Cetina, que es el pueblo de mi madre y mis abuelos; disfrutaba mucho al aire libre, con amigas y amigos, y en las fiestas de verano.

¿Qué carrera estudiaste y por qué te decidiste por ella?

Cursé ingeniería informática, aunque por aquella época no tenía muy claro a qué se dedicaba una ingeniera informática; a día de hoy sigue siendo una profesión poco conocida. Desde mi perspectiva profesional, imparto charlas divulgativas en centros escolares, para intentar cambiar esa percepción, y que más chicos y chicas se acerquen a esta carrera.

Yo, entonces, sabía que era muy buena en física, matemáticas… pero no sabía si iba a ser buena en la carrera, lo que me causaba una cierta inseguridad y miedo. En realidad, comencé a estudiarla por recomendación de familiares. Mi hermana, que cursaba ingeniería de comunicaciones conocía a algún amigo informático y me contaban lo que hacían en la carrera.

En cuanto a tu vida personal y a la familia que te has creado…

Estoy casada y tenemos dos hijos pequeños, que no han llegado a la edad escolar, por lo que dan mucho trabajo. Estoy encantada de ser madre, pero reconozco que en esta etapa de su vida requieren de muchas atenciones.

Mantengo mis amistades de toda la vida, del colegio, del instituto y de mi pueblo. Yo soy peñista en mi pueblo y me encanta ir a disfrutar de las fiestas. Tengo la suerte de mantener mi círculo de amistades de toda la vida.

Háblanos un poco sobre tus objetivos y expectativas profesionales

Cuando empecé a estudiar la carrera, desconocía el potencial que tenía la ingeniería informática a nivel laboral. Y hoy en día creo que fue la decisión más acertada, porque participo en la compleja revolución tecnológica que estamos viviendo. Además, aquel era el mejor momento: cuando empecé la carrera aún no habían despegado los avances tecnológicos y cuando la terminé, comenzaba la revolución de internet y de las aplicaciones móviles.

Ahora me arrepiento de no haber emprendido entonces porque era el momento de participar en todo aquello que estaba por crear. Lo interesante de estas carreras es que no sabes a qué te vas a dedicar, porque hay tanta variedad, te puedes sumar a tantos proyectos…

Cuando terminé la carrera me hubiera gustado dedicarme a desarrollar proyectos de inteligencia artificial, pero en aquel momento nadie estaba dedicando tiempo a la IA. Tuve que esperar unos años hasta que vi la oportunidad de cambiarme a esta rama, a la que me estoy dedicando ahora.

¿A qué renunciaste para alcanzar tu desarrollo profesional?

Durante la carrera entrábamos a las 9 de la mañana y salíamos cuando nos cerraban los laboratorios, porque teníamos que hacer proyectos larguísimos y bastante complejos. Prácticamente vivía en la universidad.

Seguramente me quitaba muchas cosas, pero estaba a gusto porque me encantaba. Me perdía casi todas las fiestas de la universidad para estudiar.

Y, ¿a qué dedicas tu tiempo libre?

Gran parte de mi tiempo libre lo dedico a la organización de eventos técnicos, a la preparación de charlas y colaboraciones que me piden las empresas.

Intento quedar con mis amigos y amigas, siempre que puedo, y dedicarles a mis hijos el máximo de tiempo.

¿Cómo te sientes contigo misma, a día de hoy?

Me siento algo cansada. Es difícil llegar a todo. Lo que te comprometes y tienes que hacer, empezando por el trabajo y las colaboraciones externas me exigen mucho tiempo y esfuerzo. La casa, por ejemplo, me agota mucho; hay que mantenerla decente y siempre llegas cansada al final del día.

Pero, sí, en general, creo que estoy bien conmigo misma, me siento a gusto con la vida que tengo.

¿Estás donde querías estar?

Realmente sí. Me gusta la vida que tengo, tengo una familia que adoro y tengo un trabajo que me encanta, aunque a veces sea duro.

¿Cómo te ves en el futuro?

En un futuro próximo, me gustaría estar dirigiendo un proyecto importante en mi ámbito profesional.

¿Cómo te gustaría ser recordada?

Me gustaría ser recordada como una buena persona, a la que le gustaba mucho la tecnología.

Para terminar la entrevista, me gustaría conocer tu opinión personal sobre la situación de la igualdad entre mujeres y hombres.

Veo que se están dando pasos; percibo una concienciación mayor sobre este problema, pero siguen pasando cosas. Sigue habiendo procesos de selección en los que una mujer tiene mejores capacidades y sin embargo no es contratada.

Los datos hablan por sí solos: existe una brecha de género profesional, en puestos de gestión, y existe desigualdad en el trato. En otros países, la situación es peor. Una compañera que trabajó en Latinoamérica, me contó que entraba en una reunión y sus colegas varones dudaban de su capacidad y cuestionaban todas sus aportaciones, por el hecho de ser mujer. En España sí que veo que hay avances, pero…

Estuve ingresada cuatro días en planta en el hospital, y me atendieron solo mujeres; y, sin embargo, el jefe de servicio era un hombre, al que nunca vi por allí.

Los libros de texto, en la actualidad, según datos estadísticos, contienen solo un 8% de referencias a mujeres. Yo soy consciente de que he crecido con esa inseguridad que me planteaba la ausencia casi total de referentes femeninos.

Lo único que espero es que las nuevas generaciones vengan más fuertes y lo tengan mejor que nosotras.

 

El proyecto Mujeres Aspasia se ha realizado gracias a las entrevistas realizadas por Sergio Aparicio Pérez, como parte de las prácticas realizadas en el LAAAB dentro del C.P. 3 de Promoción de la Igualdad Efectiva de mujeres y hombres gestionado por CEOE Aragón.

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  • Laboratorio para fomentar la participación ciudadana en el diseño de políticas públicas. El LAAAB es una herramienta de innovación democrática y un espacio de encuentro entre la administración y la sociedad civil, un lugar donde cooperar, reflexionar y experimentar junt=s sobre los desafíos comunes.

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